HAYDEELA BRUJA AGNÓSTICA X. THE HOME.

HAYDEELA BRUJA AGNí?STICA X. THE HOME.
X-I. Un atisbo de dignidad.
Haydee estaba por ingresar a la versión remasterizada y personal de un mito singular y que desde cierta enferma perspectiva emulaba aquellas maravillas de la improbabilidad conocidas como Shangri-La u Ofir… mundos inexplicablemente sin localización alguna donde se decía, era posible vivir feliz para siempre o al menos durante algún tiempo.
El ambiente era gélido y siempre lo había sido, con el piso de mármol, las cortinas de gasa incolora, las columnas hacía el final del recinto franqueando el portón; el techo desplegándose varios metros por encima del suelo y mucho mas allá de donde le gustaba elevar la mirada. Aquel lugar que en algún momento había sido un verdadero mausoleo y que de hecho se encontraba dentro de un cementerio aún funcional, era por otro lado un acceso como muchos otros alrededor del mundo, una puerta custodiada por un solo hombre en traje blanco.
-Usuario 01716140. Se limitó a informar la bruja lacónicamente.
-Confirmando… 01716140… Haydee. Artificios? Armas?.
-No.
-Algo que desee declarar antes de accesar?.
-Nada.
-Adelante usuario 01716140.
El hombre dio un ligero toque en la puerta y ésta se desvaneció, siempre se había preguntado si en verdad existía una puerta o era solo una ilusión, de cualquier manera dio un paso dentro de la oscuridad y ésta la envolvió. Segundos después ya no fue posible distinguir nada mas a sus espaldas porque de hecho, ya no había una puerta ni nada parecido detrás de ella, solo un muro negro de piedra basáltica. Si estuviera de humor para hacer un chiste diría que “ya no estaba en Kansas” pero en esos momentos tenía poco espacio para las bromas.
A diferencia de la cámara que acababa de abandonar, el ambiente era cálido, no tanto como para ser tropical pero agradable e iluminado y a partir de ahí siguió los señalamientos en azul metálico. Aunque nunca había tenido oportunidad de recorrerlo en su totalidad, sabía que el lugar era enorme casi del tamaño de una ciudad y además cambiaba tanto y con tanta frecuencia que era necesario un poco de ayuda para no perderse y considerando que fuera de ahí solo existía la nada, perderse no era una opción. Aquel era un mundo subterráneo sin localización alguna, una anomalía, un universo de bolsillo, había muchas formas de llamarlo algunos hasta tenían la osadía de llamarlo “hogar”.
Tras un par de minutos encontró la ruta y abordando uno de los trasportes monorriel automatizados se relajó estirando las piernas. Para matar el tiempo se dedicó a observar al resto de los pasajeros, no le extrañó que todos parecieran felices y satisfechos, como tampoco le pareció fuera de lo normal su belleza arquetípica así como la uniformidad con que vestían.
Delante de ella, a unos tres lugares de distancia un fornido rubio de cola de caballo sostenía entre sus brazos a un trigueño de nariz recta, sus labios estaban muy cerca uno de otro y por un momento cruzaron miradas con Haydee para luego olvidarse de ella entregándose a un suave beso. Por unos instantes la bruja les observó, luego desvió la mirada hacia la calle donde un grupo de mujeres tomaban café mientras otras conversaban frente a una fuente en forma de delfín. Exactamente donde se encontraba y quien era esa gente lo desconocía, solo sabía que todos sin excepción había sido o eran amantes de Tarja¡ y la ciudad como una eterna mansión de playboy dimensional donde vivían en armonía como una familia feliz, la simple idea la estremeció.
Haydee no tenía problemas con el sexo promiscuo pero compartir a una pareja con un par de cientos de personas, todas viviendo en el mismo lugar le parecía demasiado aberrante como para siquiera considerarlo. Acaso había algo malo en ella o era que en verdad tenía un atisbo de dignidad?.
X-II. Todo parecía demasiado personal.
El pasillo hacia las escaleras de la cámara de Tarja¡ estaba vacío y hacia suficiente calor como para desear una de las túnicas blancas con las que se paseaban de un lado a otro hombres y mujeres en el recibidor. Con la pesada ropa de mezclilla oscura que vestía Haydee claramente desentonaba con el resto de los presentes, pero aún así todos se mostraban muy amables y mas de uno la invitó a cambiarse de ropa. Haydee negó con la cabeza un par de veces antes de que quedara claro que su visita no era del todo social y que por ende no iba a perder su ropa de momento.
-Y Tarja¡? Preguntó a una chica claramente agitada y sudorosa.
-Esta en la columna 2… a la izquierda y luego derecho.
Columna dos era una habitación ubicada en una depresión por la que corrían un par de ríos artificiales conectados a una pequeña laguna igualmente artificial. Como era común ahí, no había puerta alguna, solo vaporosas cortinas blancas por las que se traslucía sugestivamente el interior. Haydee dudó en seguir pues todo parecía demasiado personal y por unos instantes se quedó allí al borde de la escalera, furtiva, contemplando el panorama.
En el centro de la cámara, apostada sobre una inmensa cama baja de sabanas blancas, una mujer desnuda de cabello cobrizo, lacio y largo hasta la mitad de la espalda jugaba con sus pechos entre sus manos, alternando suaves masajes sobre un pezón con fuertes pellizcos sobre el otro. El cabello sobre la frente impedía distinguir sus facciones pero Haydee reconoció los hombros redondos y la espalda ancha, lo brazos delgados pero fuertes y el vientre liso con una ligera curva hasta perderse en un ombligo pequeñito, sumamente discreto y tentador. Las piernas musculosas y el sexo perfectamente depilado y de labios pequeños y rosados.
La mujer para entonces no perdía detalle de la masturbación mutua con que se solazaba un par de hombres desnudos de mediana edad frente a ella, mientras que uno mas frotaba su espalda y de cuando en cuando bajaba sus manos hasta el nacimiento de sus nalgas para subir nuevamente a su espalda o correr sus manos por sus caderas hasta perderse en la abertura principal de su cuerpo. Al fondo de la cámara, Haydee distinguió a un par de chicas morenas acariciándose mutuamente mientras una mas, ésta rubia de cabello corto se abría con los dedos de una mano los labios vaginales mientras que se hacía penetrar analmente con dos dedos de la otra mano. Parecía que había llegado justo cuando Tarja¡ estaba a mitad de una orgía.
X-III. Una doble atención.
La boca de Tarja¡ estaba ocupada con los hombres frente a ella y competía con sus manos por la posesión de su instrumentos. Una vez en sus manos comenzó a besarlos, a lamerlos en el glande y aún los testículos lampiños, pasando de uno a otro miembro con ansia. Primero chupaba uno, lo lamía bien, se lo metía entero en la boca para después abandonarlo y pasar al otro, lo besaba de arriba a abajo, se paseaba el glande por los labios, se lo tragaba. Haydee desde su posición podía ver todos y cada una de las maniobras de la mujer nórdica y por lo que se veía estaba mas que inspirada ese día. Así, en un momento dado consiguió albergar las dos vergas a la vez en su boca mientras el hombre a su espalda que no se había mantenido nada ocioso le comía el coño desde atrás, separándole las nalgas con ambas manos para que así su lengua tuviera acceso no solo a uno sino ambos orificios.
Luego y a una señal de Tarja¡, las dos chicas morenas se acercaron al grupo y una vez que estuvieron en posición, se dedicaron a ordeñar la próstata de la pareja frente a ella, exploraron con rapidez entre las nalgas de los hombres y así, la decisiva operación pronto dejo a los dos chicos explotando semen justo en la boca de Tarja¡ en una corrida tan generosa que chorreaba por la barbilla de la mujer hasta resbalar por su cuello. Una vez que acabaron de venirse los sujetos se separaron del grupo mientras las dos chicas relevaban su lugar frente a la boca de Tarja¡, que habría en esa mujer nórdica que la hacía devorar con tanta desesperación pollas, coños y lo que tuviese frente a ella?.
Moviéndose entre las piernas de una de las chicas buscó con la lengua el sexo mientras que una de sus manos frotaba el coño de la otra. Luego empezó a lamer, tocando con su lengua alrededor de los labios y justo en el pliegue donde se unían en ese botón endurecido y palpitante. Su lengua empezó a moverse más rápido, lamida tras lamida dentro y fuera y empujándola cada vez más profundo al mismo tiempo que con dos dedos imitaba los movimientos de su lengua en el coño contiguo. Finalmente, las chicas se corrieron y la mujer nórdica de preciosos ojos azules bebió de sus jugos, de la misma forma en que había tragado semen minutos antes.
Como si aquello hubiese sido la señal que esperaba el hombre a su espalda se montó sobre ella y la penetró desde atrás, asiéndose fuertemente a sus nalgas con ambas manos, haciendo que las tetas de la mujer se bambolearan adelante y atrás al ritmo de la penetración, al mismo tiempo una de las chicas se acercó a Tarja¡ y enterrando su cara entre sus pechos, comenzó a besarlos, a buscar con la lengua por toda la curvatura hasta hallar un pezón y luego el otro. Dejó que su lengua se arrastrara a lo largo de los pechos gemelos, entonces se metió un pezón en la boca chapándolo suavemente mientras la otra chica se movía debajo de ella hasta la posición adecuada, con su boca justo debajo del coño, un gemido profundo por parte de Tarja¡ le hizo saber que hacía las cosas apropiadas y entusiasmada por su asertividad se prestó a lamerle el coño con la misma intensidad con que se lo había hecho a ella.
El hombre que estaba a su espalda embistió mas fuerte y entonces Tarja¡ gritó, como no había escuchado Haydee que lo hiciera antes, no podía ver bien pero estaba segura que él estaba corriéndose en su concha y descargando toda su leche en su interior mientras la chica seguía comiéndole el coño en lo que parecía una doble atención que finalmente la había llevado al orgasmo.
X-IV. No tenía idea que siguiera haciéndolo.
Haydee comenzó a acariciarse, a estrujarse los pechos entre sus manos aún por encima de la blusa, incluso sintió el impulso de hacer saltar sus tetas fuera de ella para pellizcarse los pezones con libertad pero desistió de inmediato, no había ido hasta ahí para eso, tenía que controlarse al menos por una vez en la vida. En su defecto, se dedicó a observar como la mujer nórdica suspiraba tratando de recobrar el aliento y luego, como se recostaba sobre la cama boca arriba, para que de inmediato el grupo se reintegrara y comenzara a acariciarla, a besarla de arriba a bajo haciendo imposible saber de quien era tal o cual mano o quien chupa o lamía que…
En un momento dado una chica estaba sobre sus tetas mordisqueándole los pezones mientras la otra le pasaba el coño por la cara sumergiéndola entre el calor de su piernas para luego intercambiar lugares. Los hombres parecían competir entre ellos sin saber en que orden o donde la penetrarían, era una confusión total que mantenía a Tarja¡ ajena a la realidad. Entonces la chica rubia que hasta entonces se había mantenido separada del grupo todo el tiempo se prestó a organizar el caos imperante.
Dirigió el miembro de uno de ellos hacia la boca de Tarja¡, el mismo que la había penetrado anteriormente y dispuso que una chica a cada lado de ella le lamiera las tetas y recorriera su cuerpo como mejor considerara pertinente. Luego situó a uno de los dos hombres restantes entre sus nalgas y lo hizo penetrarla analmente al mismo tiempo que adiestraba al otro para que se corriera una paja justo frente al coño de Tarja¡ mientras ella se ocupaba de chuparle el sexo a una de las chicas.
Así organizados, el primero en correrse fue el hombre masturbándose que empezó a lanzar chorros de leche sobre el coño de Tarja¡, luego la rubia alertada por los gemidos de éste lo hizo a un lado y lamiendo su leche mezclada con los jugos rezumantes del coño la llevó nuevamente al orgasmo. En un momento la rubia se acercó a Tarja¡ murmurándole algo al oído, al instante la mujer nórdica asintió con la cabeza y la rubia se encargó nuevamente de disponer a los actores. Esta vez con Tarja¡ sobre sus manos y rodillas sobre la cama con un hombre bajo de ella y otro detrás, las chicas se colocaron frente a ella lo suficientemente lejos como para impedirle cualquier acercamiento, iba a ser únicamente observadora de sus acciones. La rubia se puso a un lado de Tarja¡ y torciendo la cabeza tanto como pudo la metió entre sus nalgas, Haydee no podía ver bien desde su posición pero parecía que los hombres no iban a actuar hasta que la rubia terminara lo que fuera que estuviera haciendo. Lo que la bruja estaba incapacitada para observar era que la rubia tenía la lengua justo en el culo de Tarja¡, chupandolo, lamiéndolo y de cuando en cuando le metía un dedo, luego dos y a partir de ahí tres y cuatro dedos de su mano se deslizaron fácilmente dentro de la mujer nórdica.
Lo que tampoco fue capaz de ver Haydee fue que la rubia no solo se encargó de lamerle el culo sino por el contrario, le chupo la herramienta a uno de ellos, mojándola abundantemente con su saliva para luego apoyarla sobre el ano de la mujer, dirigiendo la penetración y cuidando cada centímetro hasta que toda la cabeza estuvo dentro. Para cuando la rubia apuntó la otra polla al mismo sitio donde ya había una dentro, Tarja¡ gimió, gritó y empujó un poco las nalgas hacia atrás coadyuvando a que la otra cabeza entrara en ella, a partir de ahí empujó mas y la verga fue entrando al mismo tiempo que daba pequeños gritos, así su culo cedió y los dos miembros se fueron deslizando cada vez con mayor facilidad hasta el fondo de su culo, ella dio un grito ahogado, mezcla dolor y placer y luego se relajó entregándose pasivamente la juego, entonces comenzaron a embestirla al unísono, entrando y saliendo despacio de su culo.
Así que de eso se trataba, Tarja¡ tenía las dos pollas metidas en el culo, estaba llena por partida doble, Haydee sabía que a ella le gustaba hacer eso pero no tenía idea que siguiera haciéndolo.
Finalmente la rubia hizo ponerse de rodillas al otro hombre frente a Tarja¡ justo con su verga frente a su cara, luego comenzó a pajearlo y así, su verga no tardó en empezar a lanzar grandes chorros de leche, como si hubiese sido la primera vez que se corría en semanas… acaso se trataba de magia? Se preguntó Haydee porque la corrida del tipo era tan abundante y espesa que se estrellaban contra su cara, por sus mejillas, la boca y el pelo, Tarja¡ para entonces era un desastre y apenas se recuperó del tercer orgasmo, siguió chupando el pene a medio endurecer en su boca, con más desesperación que antes hasta que el tipo se vino en su cara por segunda vez, ahora estaba segura, eso era magia nadie podía tener tanto semen para correse así¡.
Las chicas frente a ella no cesaban en sus orgasmos y los dos hombres detrás de ella hacían todo lo posible por mover sus vergas dentro de su apretado culo mientras la rubia se desvivía por amasarle las tetas a dos manos. Haydee pensó que el espectáculo era genial pero temía que la escena se repitiera una y otra vez y que tuviera que esperar todo el día antes de que Tarja¡ se hubiese saciado, por lo que fue hacia atrás y la llamó a lo lejos, fingiendo que apenas se aproximaba a la cámara.
-Tarja?…
-Adelante mujer… adelante, aquí estoy con unos amigos…
X-V. Casi etéreo y totalmente desprovisto de lujuria.
Cuando Haydee cruzó escaleras abajo ya el grupo se había deshecho y retozaban en parejas tranquilamente junto al estanque artificial. Tarja¡ cubierta parcialmente con una bata de seda se componía el pelo con los dedos mientras la rubia, le limpiaba con el borde de la sabana los restos de semen del cuello y el pecho.
-Lamento haber interrumpido pero tenía que verte…
-No te preocupes, fue mi culpa porque no te sentí llegar y Haydee… La bruja adoraba la forma en que pronunciaba su nombre, siempre con una sensual pausa antes de continuar la frase. -Sabes que siempre eres bienvenida en The Home, caminemos un poco quieres? como que necesito aire.
-Gracias… Libdos Marure la conoces?.
-Podría decirse, que con ella?.
-Intentó matarme… puede que eso no importe mucho pero si que intentó secuestrar el poder de quince brujas, Abigail Foo y Motechi Ahoi entre ellas, lo que me lleva a preguntar, que hace que una bruja este tan desesperada como para hacer algo tan estúpido como traicionar a su propia cofradía?.
-Tu lo has dicho: estupidez.
-No jodas Tarja¡ el operativo en Londres me repatrió¡ no quería que supiera de Bryce Arcade ni de Los Reyes y luego una perra que ni conozco quiere volarme la cabeza porque esta zurrada de miedo por la misma guerra de la que no querían que me enterara en Europa, esto apesta a encubrimiento¡. Que tiene que ver Tagelicht con Bryce, quienes son Los Reyes, carajo¡.
-Te diré lo que se en tanto recuerdes a quien le estas hablando. Los Reyes era gente extraordinaria, la elite de la elite. En el segundo milenio no había nadie como ellos en el mundo, en una palabra místicos muy poderosos, tanto como pocas veces se había visto antes y estaban muy por encima de cualquiera. Quizás por ello pocos sabía de su existencia pero créeme, los enterados les tenían un miedo de muerte, se decía que en cualquier momento, en cualquier lugar un Rey vendría por ti y tendrías que rendirle cuentas… sin embargo un día desaparecieron sin dejar una sola huella, simplemente se esfumaron, Tageslicht sigue sin saber que les sucedió y algunos creen que están todavía ahí afuera, en algún lugar observando, haciendo planes… el miedo es la forma de manipulación perfecta sabes?.
Desde hace tiempo circula el rumor del regreso de los Reyes, en Tageslicht siempre creímos que era un ardid de los tecnócratas para hacerse de una mejor posición pero al parecer el juego se les fue de las manos, una facción se paniqueó de más y terminaron por creerse sus propias mentiras tanto que buscaron la ayuda de un dios por si algo pasaba, uno de tu reino quiero decir… solo Bryce contestó afortunadamente, parece que en Lithium tienen sus propios problemas, de cualquier manera con Bryce en la tierra la paranoia creció y ya no solo los tecnócratas estaban involucrados sino conclaves vampíricos, sectarios y por lo que dices de Marure, parece que la bola de nieve paranoica alcanzó a las cofradías… UK fue un error, Bryce Arcade fue un error pero no nuestro, nosotros no la buscamos solo reparamos los daños lo mas que pudimos (Das Tageslicht : Un romance) y eso es todo.
-Según las reglas yo soy la máxima autoridad en asuntos de reinos, por que no me enviaron a mi desde el principio? Por que esperaron hasta que les estalló en la cara? Simplemente no lo entiendo.
-Estas demasiado involucrada y se necesitaba de alguien diplomático… ya es malo que un Lithium sepa de esta tierra como para empeorar las cosas mezclándote en eso. Y respecto a lo otro, contrario a lo que parece Tageslicht nunca ha estado por encima del derecho internacional… las mas de las veces desde luego. Tyler nunca ha creído en las operaciones retroactivas, si quisiera dominar al mundo no crees que lo hubiera hecho ya?. Créeme, Tageslicht no existe para eso.
-Y entonces para que? Espera hablaste de Tyler entonces si existe?.
-Podría decirse que si pero yo no te dije nada de acuerdo?.
-Tageslicht Tarja¡, que es en verdad Tageslicht?.
Como única respuesta Tarja¡ levantó los hombros, en realidad ella tampoco lo sabía y Haydee sonrió levemente… había obtenido un par de respuestas y pensó que con eso tenía suficiente por ahora, principalmente porque todo aquel numerito de Tarja¡ la había puesto demasiado excitada como para pensar mucho en el mundo y sus reveces. Por otro lado no le gustaba admitir que las cosas ya no eran como antes entre ellas, si es que alguna vez fueron de una forma distinta a su posición actual.
Así, antes de estirar su mano al mismo tiempo en que acercaba su cara a la de Tarja¡ para despedirse, ésta paso su mano tras la nuca de Haydee y posó sus labios sobre los de ella. Ella correspondió a la caricia con un beso, casi etéreo y totalmente desprovisto de lujuria… una caricia suave que trasmitía lo que ella sentía por Tarja¡ un profundo respeto mezclado con gratitud y que mas de una vez se había preguntado si podía llamarle amor y aunque de momento era incapaz de contestar esa pregunta, al menos sabía que aún existía alguien en quien confiar.

El autor: nunlex@yahoo.com.mx

Author: josepmaria

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