Relato enviado originalmente por Josefina el 19 de Abril del 2001 a www.SexoServicio.com
Aunque esta aventura la vivi hace ya algunos años, no ha dejado de traerme constantemente recuerdos muy húmedos.
Soy una mujer divorciada, Madre de 2 niños que en aquellos años apenas cursaban los primeros grados de la escuela primaria, vivíamos en la Ciudad de Guadalajara, Jalisco, México en compañía de mis padres y hermanos; yo trabajaba para una importante cadena hotelera internacional que como resultado de su expansión, estaba a punto de iniciar los trabajos de apertura de un nuevo Hotel en Cancún por lo que empezaron a seleccionar personal de entre los hoteles en funcionamiento para asi integrar su plantilla de trabajadores en el nuevo Hotel, y como yo siempre quise vivir junto a la playa, rápidamente hice mi solicitud de transferencia y pude obtener la oferta de una buena oportunidad de un puesto ejecutivo en el nuevo Hotel.
Como era mediados de curso escolar, mis padres se ofrecieron a cuidar a mis hijos durante los meses que faltaban para el fin de cursos, y en lo que pasaba la carga de trabajo inicial de la apertura del hotel y me ubicaba bien en la nueva ciudad, asi es que para mi buena suerte mis preocupaciones se concentraban en la forma en como podría yo llevar mis pertenencias personales conmigo a Cancun, lo cuál se solucionó cuando hable con Jesús, un amigo mío que vive en Puerto Vallarta, quién se ofreció a llevar mi coche a Cancun si no conseguía otra forma de hacerlo.
Jesús es ese tipo de amigo que se puede decir que es amigo, amante confidente, recurso sexual, admirador todo junto en una persona.
Asi es que acepté la oferta y acordamos iniciar el viaje en 10 días más, ya que yo debería presentarme en mi nuevo puesto en 15 días, y asi podríamos hacerlo en jornadas más cortas.
El llegó de puerto Vallarta una Noche se hospedó en un pequeño hotel cerca de mi casa, me llamó y quedé de pasar a recogerle a la mañana siguiente muy temprano para iniciar nuestro viaje, así lo hice e iniciamos nuestra aventura aproximadamente a las 6:00 am, bajo un Cielo de Guadalajara apenas abriendo, y entre muchas emociones juntas y contenidas, que a mis 29 años no había yo vivido.
Como era de esperarse, la primera jornada del viaje fue de para tranquilizarme y permitir el acomodo de todas mis ideas y emociones, y aunque el contacto con Jesús era constante, aun después de que terminó una breve relación â??Cachondo-Pseudo-románticaâ? que sostuvimos cuando él estuvo tomando unos cursos en Guadalajara hacía ya algún tiempo, el hecho de separarme de mis hijos y de mi familia me había puesto un poco alterada, por lo que la primera parte de nuestro viaje (hasta Puebla) consistió solamente en hablar y hablar.
De Jesús si alguna cosa he de decir es que, debido a la atención que me presta cuando estamos juntos, me conoce como nadie, me adivina lo que estoy pensando y en lo que respecta al terreno sexual, me enseño a disfrutar de los mejores orgasmos de mi vida, es de un estilo de cachondería que me encanta, hace los viajes muy amenos, y es por eso que recurrí a él cuando analicé las diferentes posibilidades para hacer este largo viaje, y que por supuesto no quería hacer sola.
La primera noche de nuestro viaje la pasamos en Puebla, casi todo fue coger y reír, ya que durante la cena, recordamos los juegos que solíamos inventar durante los cortos viajes que hicimos de Guadalajara a Puerto Vallarta cuando teníamos nuestra relación, y al calor de unos traguitos, aquello resultó en una muy buena y variada noche de sexo, porque si hay algo que me gusta de Jesús es la forma en que inicia el juego sexual, lo hace poco a poco, sensibilizando mi piel, mis senos los acaricia muy suavemente hasta conseguir que los pezones se pongan duros y sienta que todos mis tejidos se empiezan a contraer al sentir su aliento y oír sus palabras ,al iniciar las caricias en areas como la vulva y el ano, me provoca lubricaciones abundantes aun antes de cogerme, ya que lo hace con un cuidado y gusto, que me hacen venir todas las veces que él quiere, y siempre más de las que yo esperaba venirme.
Lo bueno del viaje empezó al día siguiente, ya que Jesús me puso como condición para seguir el viaje el que usara mi uniforme de copiloto, el cual consiste en solamente traer encima un vestido suelto sin nada abajo, a lo cuál yo accedí, ya que con eso cuando el camino y el trafico lo permiten, él me puede ir tocando la panocha y el clítoris durante el viaje, provocándome orgasmos muy ricos y sobre todo manteniéndome en un estado de constante calentura, que me encanta.
Después de pasar la carretera que va de Puebla a la ciudad de Veracruz Ver. que estaba tan llena de camiones y de niebla, decidimos que quizás sería bueno parar en esta última ciudad a comer, no sin antes tomar un pequeño atajo en una ranchería para que yo le pudiera dar una mamada de verga a Jesús ya que debido a que se la había venido sobando gran parte del camino la tenía a punto de explotar y no quería hacerlo manejando, asi es que ni tarda ni perezosa, procedí a darle un bien merecida mamada, empezando por la cabeza de la verga que tenía roja como tomate, para después comérmela toda , mientras le empezaba a acariciar los huevos y a sobarle el area donde se encuentra entre los huevos y el ano ,y que es donde aprendí a controlarle las venidas a mi amigo.
Como objetivo del viaje Jesús propuso que me haría experimentar orgasmos a través de varias partes de mi cuerpo como las manos, los pies, las piernas, el cuello, las orejas además de los que son mas conocidos.
Conocimos muchos lugares muy interesantes durante nuestro recorrido, pero lo que más recordamos fueron juegos como el que una vez practicamos cuando atravesábamos el estado de Campeche, y ya había disminuido el intenso trafico de la carretera en los estados de Veracruz y Tabasco. Era medio día y ya habíamos estado en la carretera como 3 horas, en las que yo había tomado una siesta para recuperarme de la noche anterior, cuando se me ocurrió que para quitarle lo aburrido al trayecto y sobretodo porque me empecé a calentar recordando la noche anterior, me levanté el vestido so pretexto de asolearme con el sol de la carretera, recliné mi asiento hasta casi quedar completamente acostada, y después de cinco minutos, sentí la mano de Jesús acariciándome la el monte de Venus delicadamente, y diciéndome cuanto le gustaba verme así, empezamos a platicar de lo que mas nos había gustado del viaje, y como el iba manejando no podía distraer sus manos por mucho tiempo, asi es que decidí darle una pequeña recompensa y calmar mis calores, asi es que empecé a masturbarme frente a él, tocándole la verga con mi mano de cuando en cuando, a medida que la excitación fue subiendo le pedí que se sacará la verga para vérsela mientras me masturbaba, ya que eso me gusta mucho, sobretodo cuando le empieza a salir el liquido que precede a la eyaculación, y que según Jesús solamente sirve para manchar pantalones; me empecé a manosear todo el cuerpo al ver la verga completamente parada y la forma com él se la estaba acariciando, ya con poco que aguantar, con una mano me abrí los labios de la panocha y con la otra me empecé a tallar el clítoris, y a hacer una de las cosas que mas me gusta hacer cuando me masturbo que es sacarme el clítoris oprimiendo su base con dos dedos de una mano y con la otra bien lubricada, masturbarlo como si fuera un pequeño pene, esto por lo general me provoca orgasmos muy fuertes y continuos, cuando había tenido dos orgasmos y a la vista de la cabeza de la verga húmeda y si poder mamarla me entro otra desesperación calenturienta y me voltee hacia el lado donde iba él y me empecé a sobar las nalgas al mismo tiempo que con la otra mano sobaba mi vulva y a meterme los dedos en la panocha, a medida que la excitación y las ganas de venirme me empezaron a subir, me empecé a sobar el ano y a introducir un dedo utilizando los jugos que me salían de la panocha , al ver eso Jesús no lo aguantó mas, se orilló en la carretera y se masturbo ante mi espectáculo lo cuál nos provocó uno de los orgasmos mas fuertes de todo el viaje.
En otra ocasión les seguiré contando las aventuras en otros tramos del camino, hasta nuestra llegada a Cancún.
Buen Viaje
Josefina