Relato enviado originalmente por Ernesto el 6 de Marzo del 2001 a www.SexoServicio.com
Ahí viene mi vecina, que bárbara trae una microfalda
y sin medias se ve de lujo, ya hasta me esta empezando
a palpitar la tranca, lleva su tina para la ropa, la
voy a seguir, yo no me pierdo ese espectáculo ¡que!
¡orale! ya se subió sobre un banquito para alcanzar
mejor su ropa, y se le ve todo, siento que me vengo
solo de ver este espectáculo, de repente voltea y
percibe mi presencia y en vez de molestarse me guiñe
el ojo, lo que me da valor para acercarme y tocarle
sus torneadas y piernas. Ella me dice con una voz de
excitación -no friegues que estas haciendo,
precisamente es lo que quiero hacerte y acerco mi
nariz a su pantaleta, percibo ese hermoso olor a mujer
y siento lo caliente que tiene su cosita, y algo que
de plano me explota, siento como se empieza a mojar,
no puedo evitarlo y le empiezo a lamer su cosita sobre
su pantaleta, mientras con las manos empiezo a darle
una súper agasajada en todas las piernas Ella me
separa un poquito y se desabrocha su pantalenta, lo
que me permite meterle la lengua en su rajita y
empiezo a saborear su sabroso sabor a pecado. Ella me
dice -si papito pon dura la lengua y mátemela hasta
dentro, es mas hasta la nariz matéeme, – que súper
mamada le estoy dando, al mismo tiempo tengo mis manos
ocupadas frotando sus tremendas nalgotas, se baja y se
me acerca y me da un cachondo beso, siento como me
mete su lengua, la que tiene durísima y siento lo
caliente que la tiene, mientras con la mano ya se
apodero de mi tranca que esta por brotar, al ver que
ya casi me vengo la suelta un momento, lo que me
permite respirar un poquito y tranquilizarme, pero al
momento acerca su pelvis sobre mi macana y de
inmediato siento como me moja el pantalón, ¡que
barbaridad! ya se vino sobre mi pantalón, que cachonda
es esta ruca, de repente se separa y me susurra al
oído -papito ya estuvo, no tardan en subir mis hijas y
nos pueden descubrir-. Y yo le respondo mientras la
tomo por las nalgas y me la repego y le froto mi
macana, -no te voy a dejar hasta que no me prometas
que al rato subes a terminar esto-, y te vienes
vestida como cuando coges con tu viejo. – ¿Como sabes
eso picaron?, seguro me has estado espiando, esta bien
en dos horas subo, al momento que se voltea y me
repega sus tremendas nalgotas, entonces aprovecho para
sobarle sus senos los que le saco de su vestido y le
pego un tremendo besote, y ella responde meneando su
hermoso culo sobre mi tranca, que me empieza a
provocar la venida, en eso estamos cuando se oyen unas
voces y se despega rápido, se acomoda el vestido y me
dice: escóndete ya vienen mis hijas y nos vemos en dos
horas, chao. No manches esta repegada sobre mi tranca
me dejo mi pantalón empapado con sus líquidos
vaginales.
Como me dejo súper caliente me quede un rato más
sobandome la tranca y oliendo sus liquidos vaginales
que ya los tenia impregnados en mis manos de tantas
sobadas que ya me he había dado. De repente se me
ocurre, que así como estaba de caliente, seguramente
ya en estos momentos estaba dándose una revolcada con
su viejo, y bajo de volada al parque de enfrente para
ver si podía ver algo. Cual fue mi sorpresa al ver
unas siluetas sobre el ventanal de su recamara, en
donde se veían las mamads que ella le estaba poniendo,
y como si supieran que los estaba espiando, ella se
acerco a la ventana y descubrió un poco la cortina y
repegó sus nalgas sobre la ventana alzándose su
vestido, – lo que casi me provoca una eyaculación – ,
pero me contengo pensando en que debía de aguantar,
para cuando ella estuviera con migo. Pasaron como una
hora y media cogiendo de todas las formas y yo abajo
viendo el reflejo de sus siluetas por la ventana, por
fin se ve como se recostaron y apagaron la luz. Y me
digo, órale ya es mi turno, y me subo de volada a
esperarla en el pasillo de su departamento, estaba tan
nervioso que no sabia que hacer, lo bueno que como era
más de la una de la mañana ya no había gente en los
pasillos y escaleras.
Estaba pensando en si saldría o no, cuando se oye como
empiezan abrir la puerta, ella me hace señas para que
guarde silencio y sale de puntas para no hacer ruido,
viene vestida con una gabardina que le cubre todo, se
me cuelga del cuello y me mete su lengua en la boca,
– ¡Que rico! esta súper caliente siento que me derrite
la boca – entonces se separa y se desabrocha la
gabardina. – ¡orale!, trae un baby doll negro pero con
una especie de faja que le levantan sus preciosas
tetas, mismas que están al descubierto a punto
derramarse, por otro lado trae su ligero negro y una
tanguita de hilo dental. Se da una vuelta y se inclina
para enseñarme sus rico culito, el cual también lo
tiene al descubierto. En ese momento tira la gabardina
– y ya no aguanto más, y me le repego por detrás, al
mismo tiempo que ella me repega sus nalgotas, – pa su
mecha siento como si mi tranca quisiera perforar los
pantalones. – Que ricas nalgotas tienes mamacita. –
¿Sí papito?, entonces sacate la tranca y restregamela
en las nalgas, -cosa que hago de inmediato y se la
empiezo a restregar y a llenárselas con hilos de los
fluidos previos a la eyaculación.
Le empiezo a lenguetear el cuello y siento la
fragancia del perfume cachondo que usan las mujeres de
noche y empiezo a besarle los hombros y a tironear de
su larga y hermosa cabellera negra. Ella voltea el
cuello y me da un tremendo beso, momento que aprovecho
para sacarle las tetas y empezarle a acariciar sus
negros y parados pezones, y con la otra mano empiezo a
sobar su rica pucha, que cubierta con la delgada tela
su tanga apenas puede contener la tremenda mata de ya
húmedos pelos. – Que tremenda agasajada le estoy dando
a esta ruca por un lado tiene mi tranca metida entre
sus nalgas en donde siento su caliente y suave piel
sobre mi glande , y con una mano le estos dando una
rica dedeada a su panocha que ya la tiene que se
derrite. Con la otra mano le estoy dando pellizcadas a
su tetas, mientras veo lo rico que se mueven sus
pezones, los que ya tiene súper duros y húmedos. Y con
la boca le doy tremendas chupeteadds por todo el
cuello y de vez en cuando nos entrelazamos en
tremendos besotes diciéndole de repente al oídos –
mamacita que buena estas y que cachonda eres, – a lo
que ellas solo responde con gemidos y tremendas
repegadas al palo.
La inclino sobre el barandal y empiezo a recorrer todo
su cuerpo con mi lengua al momento que le voy quitando
la ropa, no pasa mucho rato para que la tenga
completamente desnuda, ella entonces me sienta en el
barandal y me acaricia la tranca y le da una súper
mamada, después de un rato de sentir sus labios,
lengua y garganta, se la saca y me empuja, se abalanza
sobre mi, metiendose toda la tranca, susurrándome al
oído, -papacito- la tienes riquísima ya metemela toda,
quiero sentir todo tu vigor-, en eso estamos, cuando
me vuelve a susurrar al oído, – oye mi amor no te
vayas a sacar de onda, pero mi marido nos ha estado
observando todo el tiempo, a el le excita ver como
cojo con otros hombres, y ahora se nos va unir. No me
da tiempo para reaccionar cuando siento como me inunda
con un chorro de jugos calientes sobre mi verga, y en
ese momento aparece su marido con la tranca de fuera y
bien parada buscando meterla en al culo de su cachonda
vieja, y la empieza a embestir, por lo que ella brama
de placer, y me vuelve a inundar con sus jugos.
Para no hacérselas cansada, tengo que decirles que le
hemos dado una cogida por todos los pasillos y
escaleras del edificio, terminando en los lavaderos de
la azotea alternándonos su culo, panocha y boca
perforándola con nuestras macanas, bocas y manos a mas
no poder, experiencia que por su puesto no olvidaremos
jamás ninguno de los tres.
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