Historias de mi puta y nada triste vida – Segunda Parte

Bueno como les comentaba en el relato anterior, mi esposa tenía planes de quedarse a dormir junto con mi suegra en casa de una de las tías que vivía cerca del hospital donde la abuela estaba internada, hable con ella y me pidió que la entendiera por que esas situaciones quedaron fuera de los planes que tenía para conmigo en ese fin de semana, pidiéndome que no me enojara, y con un tono de “en fin, …que podemos hacer” terminamos la llamada, por lo que esa noche me quedaría en la casa de Mariana, lo único que me empezó a preocupar eran los hijos de mi cuñada, que aun y cuando la mayor parte del día se la pasaban en casa de mi suegra, debían de bajar a dormir a su casa, así que espere a que pasara el tiempo y ver que podíamos hacer, llego Berenice y mientas Mariana daba de cenar a sus hijos y los preparaba para dormir nos sentamos en la sala para platicar tomándonos un cafecito, Mariana mando a sus hijos a dormir y se unió a nuestra platica llena de trivialidades, continuamente Mariana iba al cuarto de los niños para ver si ya se habían dormido hasta que en una de esas ocasiones señaló: Por fin!!! Ya cayeron estos diablillos, y seguimos con la plática, serian alrededor de las 11:00 de la noche cuando Bere me preguntó si dormiría en casa de Mariana o la casa de su mamá (que es donde Bere vivía), le comenté que donde fuera no había problema (tratando de que Bere no se percatara de nuestras intenciones), Mariana señaló que me quedaría ahí, dormiría en su recamara y que ella se quedaría con los niños en su cuarto, por lo que me despedí de Bere y me fui al cuarto, ya pensando lo que me esperaría en unos momentos Mariana y yo toda la noche, de pensarlo se me empezó a endurecer el pene, con la puerta entreabierta y luz apagada me acosté en la cama para esperar a mi linda cuñada y volver a saborear esos suculentos pechos, pasaron alrededor de quince minutos y Mariana no llegaba, seguía hablando con Bere en la entrada de su casa, por lo que empecé a quedarme dormido, ya semidormido escuche que cerraba la puerta y quise salir a recibir a Mariana ya desnudo y con mi verga parada, pero me contuve y escuche sus pasos llegar hasta el cuarto de los niños, abrió la puerta y la cerró, dirigiéndose al cuarto donde estaba esperándola, apenas entró y ya estaba sin la blusa, en sostén y apresuró a quitarse la falda, para quedar en pantaletas, nos empezamos a abrazar y a besarnos apasionadamente, mientras nuestras manos acariciaban el sexo del otro, era increíble ver como apenas y unas caricias y unos besos y ella ya estaba mojada, le quite el sujetador y baje besándole el cuello, suspira a cada beso o paseo de lengua que yo hacía, hasta que llegue a sus pechos y comencé a besarlos y a chupar esos deliciosos pezones, que se endurecían, ella misma se quitó las pantaletas e hizo que me recostara, para de inmediato mamar mi verga, dándose tiempo para lamer mis testículos, mientras yo le acariciaba los pechos y jugaba con pellizquillos en sus pezones, se levanto y se insertó mi miembro en su vagina subiendo y bajando a un ritmo lento y acompasado, sintiendo que a cada subida o bajada me mojaba mas hasta que empezó a jadear, así mi vida así cuñadito lindo, la quiero toda en mi panochita que ya tenía mucho tiempo de no probar una verga, sabes que tienes una verga muy rica? Solo le veía sus ojos perderse hasta que se empezó a venir, alargue mis manos para tomarla de las nalgas y acariciar ese culito que estaba a mi disposición, deslizando uno de mis dedos entre la raya de sus nalgas para acariciarle el culo de nuevo, me pidió que fuera mas suave por que aun estaba adolorida de la tarde, en un momento cambio de movimiento y empezó a restregarse con mi pelvis llegando al orgasmo le tuve que tapar la boca por que casi gritaba y con los niños en el otro cuarto temía que se fueran a despertar y encontrarnos encamados, cuando intuí que había terminado la hice que se pusiera de lado, levantándole una pierna sobre mi hombro le introduje el pene en la vagina con una mano le acariciaba las nalgas y con la otra los suculentos pechos, por la posición que teníamos yo me movía a mi ritmo tratando de aguantar mi eyaculación, ya que no quería que después mi pene se pusiera flácido, pero ella alargó una de sus manos para acariciarme los huevos y de paso se acariciaba el clítoris con pequeños circulitos, eso me puso a tope y sentía que en cualquier momento me vendría, cuando escuche un ruido en el pasillo, rápidamente me salí, asomando solo mi cabeza por la puerta, vi una sombra que provenía de la sala preguntando: quien anda ahí, Mariana ya estaba detrás de mi y me dijo no es nadie, vente vamos a seguir que vi que ya lo ibas a tener quiero que me bañes mis pechos con tu leche cuñadito, si mi amor?, por la preocupación de que alguien estuviera en la sala, me puse mi calzón y salí a verificar que no estuviera nadie y: oh sorpresa!!! Mi cuñada Berenice estaba sin pantalones, sin pantaletas y con la blusa abierta, era notorio que mientras Mariana y yo cogíamos ella nos estaba mirando y masturbándose, no le dí tiempo de que se vistiera y le dije entre apenado y excitado que: que hacía? Bueno es que yo, este, mmm, bueno es que, saliendo Mariana del cuarto desnuda y me dijo: a ver cabrón que no te das cuenta de que se estaba masturbando mientras nos veía, me acerque a Mariana y le susurré: ya nos cargo la madre!!! Y ahora que?, ella me dijo muy segura de si: ahorita lo arreglamos, a ver bajándome los calzones y acercándome a la sala, la única manera de que los tres estemos tranquilos es que ahora ustedes cojan, tomando a Bere de la mano y acercándola a mi, a poco no tiene una verga muy linda Bere, ella miro hacia mi pene y asentó con la cabeza, y sin más ni más lo tomo entre las manos, empezó a apretarlo, endureciéndose a cada apretón la acerqué a mi cuerpo y terminé por quitarle la blusa mientras la besaba en la boca, me dijo sabes mmm diferente, Mariana sonreía y se me pegó por la espalada, le terminé de quitar el sostén a Bere y a pasar mis manos por su cuerpo que es muy parecido al de Mariana, solo que Bere tenía el vello recortado y los labios vaginales afeitados, la fui acomodando en un sillón y cuando ella esperaba que se la metiera me agache para besarle sus pechos, que no son tan duros como los de Mariana y eso que ella a pesar de ser la mas grande de las hermanas no se ha casado ni ha tenido hijos, sus pezones un poco más pequeños que los de Mariana, pero eso si mas grandes y duros que los de mi mujer, se pusieron erectos ante las mamadas que le daba, ya Mariana se había hincado detrás de mi y me besaba las nalgas y me acariciaba entre las piernas mis testículos y mi pene, Bere se arqueaba a cada lamida que le daba a sus pechos los cuales están pecosos, seguí mamándole las tetas y tocándole su vagina con mis dedos, bajándolos hasta el culo y regresando a sus labios vaginales y a su clítoris, ya ansiaba meterle la verga pero esperé hasta que ella me dijo Cuñado por favor ya métemela por favor ya no puedo aguantar y si me vengo quiero que sea en tu pene, Mariana se rió y me acomode para insertarle el miembro en su depiladito sexo, entrando y saliendo lento y poco a poco fui aumentando el ritmo, esta por demás decirles que yo estaba ya muy caliente, desconcertado pero muy caliente, no solo ese día me cogía a Mariana mi cuñada, sino que también a Berenice, dos cuñadas en un día es algo que muy pocos pueden disfrutar, así que ya no iba a tardar en venirme, y le pregunté a Bere si se estaba cuidando, no te preocupes, soy estéril, jamás podré embarazarme vente adentro conmigo que ya me estooooy vinieeendoooo por favoooor vvvvenntteeee yyyaaaa!!! Eso detonó mi clímax y empecé a sentir como Bere al estar viniéndose se contraía con los músculos de la vagina y me apretaba el pene como queriéndole exprimir hasta la última gota, era la primera vez en mi vida que sentía ese apretón dentro de la vagina, Mariana se subió al sillón y me puso su vagina peludita y güera a la altura de mi cara para que se la mamara la cara de Bere al ver como me comía el sexo de su hermana impulsó a que tuviera otro orgasmo en esos momentos, casi seguido del que acababa de tener, sin dejar de mirarnos, Mariana se empezaba a venir en mi boca y yo no dejaba de seguir moviéndome adentro de Bere, ni dejaba de lamer y mamar esa rajita jugosa, hasta que comprendí que ya habían terminado, me salí de Bere ella con una mano me apretó la verga mientras me venía, regando mi esperma en sus piernas y el sillón, los intento limpiar con una mano y se los embarró en el vientre y las piernas, chupándose los dedos, Mariana me tomó de la mano y con la otra tomo a Bere y nos llevó hasta la recamara, mientras fumábamos un cigarro, nos acariciábamos los tres en la cama, solo atine a decirles que me había sacado la lotería al tenerlas como cuñadas, pero que me preocupaba la situación de mi esposa, Bere me dijo: Tanto tu como nosotras la queremos mucho, la amamos y esto que paso creo que difícilmente se va a volver a repetir, y no creo que tú se lo digas (risas), porque finalmente seríamos nosotras dos contra ti, después de conocerte Mariana y yo llegamos a platicar de sexo y cuando no era ella era yo pero siempre salías a colación en nuestro tema hasta que un día medio borrachas aquí en esta casa, empezamos a imaginarnos como sería el estar contigo, bueno, primero fue Mariana la que me dijo que sería lindo y excitante coger contigo, que te imaginaba, mmm, bueno… -Si, la interrumpió Mariana, pero me dejaste pendeja cuando tu dijiste que te encantaría que te diera por atrás y que le meterías unas mamadas… a verdad cabrona no solo digas lo mío, reí y les dije que de verdad me sentí afortunado al tenerlas como cuñadas y que de alguna forma me alagaban con sus comentarios, ya descansado un poco empecé a besarle el pecho a Mariana y acariciaba a Bere en su conchita, mi pene reaccionó de nuevo y mientras en mi cabeza maquilaba mis fantasías, ya entrado en morbo les pregunte si ellas habían estado juntas alguna vez. –No!!! De hecho es la primera vez que estamos con un hombre juntas las dos dijo Bere y bueno es contigo Cuñadito, así que… me empezó a besar el pecho y el cuello mientras Mariana me tomaba del pene apretándolo, no tardó en quitar sus pechos de mi boca y bajar la suya hasta empezar a mamar mi verga, con cada mamada me hacía estremecer, le pedí a Bere que me acercara su raja a mi boca: tengo hambre le dije y se acomodó colocando su vagina en mi boca dejándome ver sus nalgas, se agacho y sentí sus manos junto con las de Mariana en mi verga y pude ver como acercaba su boca a mi verga y junto con su hermana me mamaban de lo lindo, alcance a ver como sus bocas se llegaban a rozar con mi verga de por medio, eso me calentó muchísimo, entonces Mariana se acomodó para insertarse mi pene en su vagina que tan mojada estaba, que se deslizó rápidamente hasta el fondo empezando a subir y bajar, era toda una locura una de mis cuñadas en mi verga y la otra con su coñito en mi boca, escuchando los gemidos de las dos, abrí mas las piernas de Bere y mire como ellas se acariciaban tímidamente los pechos, hasta que en un movimiento quedaron juntas sus caras y se besaron los labios, con mas confianza se tocaban los pechos entre ellas Mariana tomó de la nuca a Bere y la jaló hasta ponerle sus pechos en su boca, besándolo nada mas, Mariana le dijo Hermanita mámamelos por favor… mámamelos Bere empezó a lamer y a chupar los pezones de Mariana haciéndola llegar al cielo, jadeando y moviéndose de arriba abajo y al llegar abajo daba pequeños círculos para que mi pelvis le rozara su clítoris, las sabanas estaban mojadísimas, Bere no tardó en dejarse ir y me mojó toda la cara con sus jugos vaginales, exquisito sabor, las moví para ponerlas cara a cara acostadas y les acomodé las piernas de modo que pudiera alternar cogerme a una y a la otra, esto hizo que la pierna de Bere quedara encima de la cadera de Mariana pero sus pelvis se llegaban a tocar entre ellas, mientras metí mi verga en la concha de Mariana, les acariciaba las nalgas y las piernas a las dos para después sacar mi pene de Mariana y meterlo a la vagina de Bere, no lo podía creer!!! Ellas se acariciaban sus pechos y entre toda esta calentura, tratando de juntar más sus vaginas para intercalar mi pene en ellas, empezaron a restregarse sus vaginas cuando ya no pude más me empecé a venir dentro de Bere sacándolo y metiéndolo dentro de Mariana salpicando sus muslos y sus nalgas de las dos, caí encima de ellas y entre caricias nos empezamos a quedar dormidos los tres abrazados. (CONTINUARA).

Author: CABALLEROROJO

2 thoughts on “Historias de mi puta y nada triste vida – Segunda Parte

  1. Que rico tengo mi verga bien parada con ganas de cogerme a tus cuñadas, para cogernoslas a cada una por el culo y por su rica panocha, te gustaría?

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