La mañana de la entrevista de trabajo no sabía qué ponerme y eso condicionó a que todo tomase un camino inesperado y excitante.no sé q me pasó esa mañana pero… me levanté como encendida. Salí d la cama, fui al baño, me duché, estaba concienciada d que tenia una entrevista d trabajo pero, a la hora de vestirme se me cruzaron los cables o no sé qué. Abrí el armario, moví perchas de un sitio a otro pero… no me convencía. D repente, como un flash llegó a mi mente la imagen de un conjunto q compré hacía tiempo en un sex shop cuando fui a comprar un regalo para la despedida de soltera d una amiga. í?ste consistia en una minifalda de latex negra y un corpiño que en realidad hacía las funciones de sujetador del mismo tejido pero en blanco anudado en la delantera un un cordón negro. no lo compré pensando en ninguna ocasion especial, simplemente me gustó y lo llevé a casa. Así que fui al cajón donde estaba guardado y me lo coloqué. No llevaba ropa interior puesto que lo ajustado dl latex hace imposible el uso d esta ya que se marcaría por completo. me coloqué las sandalias negras de tacón alto y de aguja, me pinté los labios de un color rojo jugoso y salí a la calle con un bolso. Antes de entrar en el coche me vi reflejada en el cristal de la puerta de este y me di la imagen más de una puta de lujo que de una aspirante a secretaria de dirección pero, esa sensación, lejos de molestarme me parecio bastante morbosa.
Una vez llegué al lugar aparqué el coche en la acera de enfrente y me dispuse a cruzar. Noté cómo los hombres clavaban en mi su mirada y eso me hacía sentir orgullosa pues soy consciente de que luzco una bonita figura al medir 1,76m, tener unas largas y bien formadas piernas, un trasero bien parado y unos pechos bastante bonitos y notables. í?nicamente crucé una calle pero me pareció un trayecto muy largo, como a cámara lenta. Dentro del edificio las cosas no cambiaron mucho, llegué a la recepción y pregunté por el despacho de dirección a dónde una amable señorita me acompañó. Al entrar el director me miró de arriba hacia abajo varias veces y a continuación dio las gracias a la señorita que se marchó cerrando la puerta. Yo me senté en una silla frente a él y pronto comenzamos a hablar de mi curriculum y cosas normales en una entrevista similar. una vez acabamos con los tecnicismos comenzó una conversacion más natural para conocerme mejor, se levantó y se sentó en una silla a mi lado para hacer menos formal la situación, yo, torneé la silla un poco a mi izda. para mirarlo más de frente y como por instinto crucé mis piernas. Rapidamente me di cuenta que la elevación de mi falda permitía ver mis piernas e incluso más allá de ellas teniendo en cuenta que no llevaba braguitas. Noté como el hombre se ponía algo nervioso y eso me gustó así que decidí seguir aquel juego. í?ste se levantó a poner una copa para cada uno y aprobechando que me daba la espalda aflojé el cordón del corpiño dejando ver por encima mis exuberantes pechos. cuando se volteó clavó su mirada en mis pechos y se sentó profundamente excitado. noté que estaba tenso y que intentaba contenerse, en ese momento me levante me dirigí a él y le dije: – Parece tenso, una buena secretaria debe ayudar en lo posible a su jefe y si es necesario dar un masaje, se da-
comencé a masajear sus hombros, cada vez más cerca de él que en un momento se levantó y mirandome me dijo: -Sé lo que quieres- y comenzó a sobarme los pechos sobre el corpiño. Poco a poco fui yendo hacia atrás asta toparme con el sofá del despacho, en el cual cai de espaldas. comenzó a subirme la falda mientras apretaba mis pechos con fuerza y los mordía sobre la tela. una vez arriba esta, bajó con su lengua hasta mi coñito que ya estaba humedo y jugueteó con mi clitorix poniedome isterica de gusto, fue la mejor comida de coño de mi vida.a la vez, desato el cordon dejando mis pechos completamente libres. su pene estaba bastante erguido mas, yo lo cogi y lo metí en mi boca como una vulgar puta y lo chupé como una niña haría con una piruleta. casi se iba a venir en mi boca cuando lo ice tumbarse en el sofá y sentada sobre el me fui clavando su gran vergota en mi coñito. al principio costo por el tamaño de esta xo, una vez dentro comence a agitarme al ritmo de sus entradas y salidas. Estaba siendo un polvo alucinante cuando de repente entró un chaval joven y apuesto que trabajaba en las oficinas. su cara era absolutamente impresionado, el pobre, medio tartamudeando se disculpo y se dio la vuelta para salir cuando yo, le pedi que parase, se giró a mirarme y le dije que se uniese a lo cual, ninguno de los 2 se opuso, así que mientras el jefe comenzó a comerme el trasero yo estuve pajeando al muchacho que luego pasó a joderme, viendo que mi futuro jefe lo estaba deseando lo invité a penetrarme por el culo y luego intercambiaron posiciones. al final, completamnte exaustos, fui contratada y , aunq oficialmente Jorge, mi jefe y yo estamos saliendo, aún quedo de vez en cuando con Alfredo, el joven muchacho que resultó ser el representante comercial de la empresa.
1 thought on “La entrevista”
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Uuuff. … vaya q morbo, me quede exitado con tu relato ;)í