La historia que voy a contar
La historia que voy a contar, realmente comenzó el día anterior.
Había sido un día terrible en la oficina, cuando llegue a casa, estaba cansado, deprimido, aburrido y con dolor de cabeza. La tarde la pasé con más pena que gloria. Por la noche cuando ella llegó y vio mi estado de ánimo trato de ayudarme, pero yo no estaba por la labor y eso la ofendió un poco.
Nos sentamos en el salón con el fin de ver una película, pero antes de ver la película me ordeno quitarme el pantalón que llevaba puesto, se acercó hacia mi y lentamente introdujo en su boca caliente y húmeda mi sexo.
-Yo a ti te animo en un momento, ya veras..
Chupo hasta relamerse, mientras yo gemía de satisfacción al sentir sus dientes y lengua en la punta de mi pene, cuando estaba a punto de alcanzar el orgasmo, paró.
-¿Por qué has parado? -pregunté
-Es el castigo por haberte portado hoy tan mal.
No repliqué, puesto que ya sabia que los castigos de mi ama podrían ser aumentados si se protestaba, al terminar de ver la película nos fuimos a la cama, ella continuó allí con una salvaje chupada, gemía como loco de placer, ella se deslizaba en un sube y baja salvaje, la lengua recorría mi enhiesta poya, agarraba mis testículos con fuerza clavándome las uñas, le gustaba su suavidad, por ello me ordenaba que mi pubis estuviese siempre perfectamente depilado.
Me metió un dedo en el ano, ello hizo que me moviera con mayor gusto todavía.
– Serás putón, como te gusta.
Me clavo entonces en el pubis las uñas con fuerza, hasta que dejo marcas profundas y visibles como castigo. Luego comenzó a besarme en la boca mientras me acariciaba el pene con la mano; comencé a notar el inicio de un orgasmo azuzado por el sabor a sexo que emanaba de su boca. Sentí como el placer comenzaba a llenar mis sentido mientras eyaculaba por todo su cuerpo de satisfacción, ella entonces recogió todo el semen y me lo dio.
– No quiero que quede ni una sola gota.
Chupé su mano por completo con el fin de cumplir sus ordenes por completo, entonces nos besamos largamente hasta que los fluidos se mezclaron en nuestros labios. De vez en cuando, aunque parezca mentira sale a flote su lado tierno.
Antes de dormir, me ordenó que durante la mañana y para que en todo momento me acordara de ella y no volviese a ocurrir lo de este aciago día , escribiera un relato. Cosa que en estos momento estoy haciendo.
Por la mañana me levanté y me dirigí la ducha, mientras estaba duchándome ella entro en la estancia.
-Girate.-ordenó.
Eso hice, entonces abrió mis nalgas y lentamente introdujo un par de bolas tailandesas en mi ano.
-Esto es tan solo para que recuerdes cual tiene que ser tu tarea hoy.
Durante la mañana en los ratos que el trabajo me dejaba libre, cumplí con la tarea que me encomendó, no dejando de pensar en ella ni un solo momento, amen de que mi humor fue cada vez a mejor.
Al llegar a casa , ella salió a recibirme.
– Has cumplido lo que te encargue.
– Si.
– Bueno, ahora desnúdate, y dame lo que has escrito.
Mientras leía el relato se iba excitando cada vez más, le gustaban los relatos eróticos, sobre todo cuando era la protagonista, y en este momento le estaba gustado lo que leía.
-Bueno esta bien pero…debes aprender un poco….quiero empezar la tarde con un poco de sufrimiento para ti. Esta tarde nos vamos a la piscina, quiero ver mas paquetes que el tuyo, y quiero que sufras como miro otras poyas. Pero ahora vete a depilarte, ayer encontré algunos pelos en mis dominios, y eso no puede ser.
Hice lo que me ordenó, una vez que terminada la tarea me presente ante ella para diese el visto bueno; ella aprobó la operación.
-Ahora date la vuelta. No vas a ir a la piscina de rositas.
Cogió el rosario de 5 bolas y las introdujo lentamente una a una, luego agarró la cuerda que las unia e introdujo las dos bolas tailandesas otra vez, las metió hasta dentro.
– La tarde la vas a pasar llenito.
En la piscina ella no se perdió ni un solo paquete, ni una sola poya, me lo recordaba en cada momento, a su vez me metía mano cada vez que le apetecía, volviéndome loco por completo. Además no podía moverme mucho ya que mi culo estaba lleno completamente.
Terminada la tarde de baño nos dirigimos a casa, comenzamos a ducharnos juntos, ella me ordeno tenderme en el fondo de la bañera, obedecí presto a sus órdenes, ella empezó a regarme completamente, primero los genitales, luego el pecho y por fin la cara.
– Te marco, para que sepas de quien eres y para que jamás lo olvides. Y ahora… enjabóname.
Eso hice, me dedique a limpiarla por completo, recorriendo todo su cuerpo con fruición, procurando que ni un solo poro quedase sin atender. Luego tome la leche corporal que sabia que a ella le agradaba y la aplique sobre su piel. Terminado esto note en su cara la aprobación de la tarea bien hecha.
-Ven aquí, que te tengo que quitar las bolas.
Con estudiada lentitud quito primero las dos mayores, y después las pequeñas, pero antes de que pudiera incorporarme, introdujo en mi culo ya dilatado, un cono de tamaño respetable.
-Me gusta el tamaño que alcanza tu poya cuando juego con tu culo, y hoy me apetece sentirme bien llena. Ahora vamos a cenar.
Ella durante la cena tenia un conjunto muy provocativo, zapatos de tacón alto, un corsé blanco, con unos ligueros sujetando unas sugerentes medias, realzando su bustos e izando sus pechos casi hasta el cielo. Yo no paraba de moverme sintiendo mi culo lleno por completo, mi pene iba hinchándose cada vez más por la excitación a la que estaba sometido. Termine de cenar como pude, me levante de la mesa y me acerqué a mi ama, introduje las manos por la abertura de la espalda y pase los brazos para agarrar los pechos libres de cualquier otra sujeción. Mis dedos comenzaron a acariciar los pezones hasta conseguir hacerlos entrar en erección.
El ama se limita a exhalar leves gemidos, sin hacer nada más.
Poco a poco liberé el comencé a besar su cuello, deslizando mis manos por su cuerpo, llevándolas hasta sus preciosas piernas, ella siguió gimiendo como contestación a las caricias, luego comencé a descender los labios lentamente hasta sus pechos, recreándome en sus pezones hasta conseguir dejarlos erectos, son grandes y marrones, los pezones más grandes que haya visto, es la parte de su cuerpo que más me gusta; mientras, mis manos acarician la parte interna de sus muslos, rozando ligeramente su vagina la cual comienza a estar empapada.
Bajo lentamente hasta su precioso coño, miro los labios internos, me acerco a ellos despacio, pero de pronto me desvío hacia sus muslso, deseo hacerla esperar un poco más, hago dibujos con la punta de la lengua mientras me acerco peligrosamente a su pubis, comienzo a chupar el pliegue de las piernas donde se juntan con sus labios. Noto como ella se mueve y trata de forzar que me acerque más, pongo los labios en la superficie de su abertura, la beso suavemente y después más fuerte, uso la lengua para forzar una abertura mayor, mientras mi lengua corre arriba y abajo entre las capas de carne de su coño.
Ella abre piernas y comienzo a follarla con la lengua, me acerco a su clítoris que esta duro, chupando la diminuta perla, levantando la piel que la cubre, la tomo y presiono dentro de sus pliegues, sus piernas se entremezclan apretando mi cabeza con fuerza hacia su pubis, levantando la pelvis en busca del orgasmo mientras con la boca en forma de O rodeo el clítoris , me muevo acompasadamente al ritmo que ella marca,
introduzco dos dedos dentro de su vagina en busca de su interior, la pelvis comienza a moverse rítmicamente, mientras ella siente gozosamente como su coño es follado por dos dedos y el clítoris es comido por una boca caliente y húmeda, el ama comienza a gemir.
–!!NO PARES!!!, !!SIGUE!!
——-
Mientras la inunda un orgasmos abrasador y embriagador, los músculos de su vagina se mueven apretando los dedos para no dejarlos escapar, esta muy excitada; pero esto es el principio. Ella quiere más
-Que bien mes has follado con la boca, a ver como me follas ahora con tu poyita.
-¿Poyita?, Mira.
-Joder, poyona diría yo, y es que no hay nada mejor que mantenerte enculado como un putón para que se te hinche.
Ella se tumbó en la cama y abriéndose cuanto podía condujo la poya hinchada hasta su interior en busca de otro orgasmo, gritó de placer al sentir la penetración, clavando sus uñas en mis caderas me atrajo hacia si. Su vagina se estremecía de placer agarrando y tirando del pene hacia adentro, notando toda esa masa de carne dentro, palpitante y caliente.
Los movimientos se volvían cada vez más frenéticos hasta que una corriente de calor recorrió todo su cuerpo inundándola de un placer maravilloso, largo y profundo, se abrió más para que entrase todo ese placer mientras apretaba fuertemente mis nalgas contra ella, para que el clítoris tuviese mas roce y ampliar así el placer, el orgasmo fue de los que hacen época, ella gemía salvajemente.
Luego se abrazaron tiernamente descansando de su aventura.
Al poco el ama hablo.
-Te mereces un premio, date la vuelta.
Retido el cono que tenia puesto y me introdujo otro con vibración a la vez que me daba un par de azotes en el trasero..
Comenzó a poner el dilatador a su máxima potencia.
-Eso, mueve el culo, que te lo voy a follar igual que tú me has follado a mi.
El placer era intenso, el ano comenzada a dilatarse más, aquello pedía más, ella pareció leerme el pensamiento, retiró el dilatador y se introdujo con fuerza un vibrador de notables dimensiones, comenzó a golpear dentro el él con fuerza, mientras, yo me retorcía de placer, realmente lo seguía dilatando más con un solo fin que el no sabia.
Mi pene goteaba semen cada vez más según se dilataba el esfínter, ella saco el vibrador lentamente y le aplico una funda de látex que tenia numerosas protuberancias consiguiente con ello un mayor diámetro y lo introdujo de nuevo en el ano ya abierto, le encantaba verlo dilatado en ese momento era suyo más que nunca.
Comenzó a mover el vibrador con fuerza, yo gemía de gusto, entonces cuando creyó que yo estaba preparado, cogió crema y se la aplicó en las mano derecha, y lentamente empezó a introducir uno a uno todos sus dedos, primero uno, luego dos…tres…cuatro…cinco., la mano la tenia en pico sus cinco dedos casi dentro de mi y comenzó a apretar, madre estaba confundiéndose el dolor de tamaña dilatación y el placer, y en un movimiento espásmico me introdujo la mano completa hasta la muñeca, había llegado por fin a su meta de dilatación, comenzó a moverla lentamente en mi interior, me ardía todo de puro placer, note como un orgasmo acudía a mi , ella lo noto y comenzó a retir la mano, dándome más placer con ello….
Sudoroso, y temblando por tamaño goce, me acurruque dándole las gracias.
-No te preocupes….mañana más. Te tengo preparada alguna sorpresa.
Mientras me relajaba por el placer que había recibido, me preguntaba que me haría mañana, mi ano estaba muy dilatado, ¿Probaría en el cosas nuevas?
FIN
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PUTAZO