Eran las nueve de la noche, cuando estacione el auto en la puerta del departamento donde vivía Cecilia, puse le alarma y toque el portero eléctrico, escuche su voz decir “si?” luego de decirle que era yo, respondió “bajo en un momento”.
En menos de cinco minutos Cecilia estaba frente a mi, traía puesto un pantalón blanco el cual se transparentaba mucho la bombacha, pese a que esta también era blanca, arriba tenia puesta una camisa blanca con diversas formas de costura muy elegante, traía el pelo atado con uno de esos “lápices” al mejor estilo japonés.
Me invito a pasar, era la primera vez que venia a su departamento, nuestra amistad nunca transcendió los limites de la facultad, subimos al ascensor pues vivía en el piso 6, ella cerro las puertas y marco el número de piso, nuestras miradas se cruzaron fijamente, traía los ojos delineados de negro lo cual le quedaba realmente sensual.
Bajamos del ascensor, caminamos por el fino pasillo, ella introdujo la llave y abrió, me invito a pasar, a primera vista el departamento estaba muy ordenado y su decoración era muy elegante como lo era siempre ella. Me dijo “ponte cómodo” me senté en un sofá, y ella se sentó a mi lado, la mire a los ojos y le dije “no sabia que vivías sola” , mirándome a los ojos respondió “bueno ahora ya lo sabes”, reímos juntos y mirándonos a los ojos disolvimos nuestras sonrisas lentamente.
Charlamos un rato, hasta que se hicieron las 9 y media, en ese momento ella se levanto de un salto y me dijo “bueno caballero, es hora de cenar” y dejo escapar una risita cómplice.
Extendí mi mano y le dije siguiendo su tonada “guíeme entonces señorita”, me tomo de la mano y fuimos hacia la sala comedor, la mesa estaba muy elegante adornada con velas y solo 2 platos enfrentados, me dijo que me sentara y fue hacia la cocina.
Al rato volvió con la cena, era pato preparado a la naranja, en verdad un manjar, me sorprendió al principio me pareció demasiado, pero ella es una chica de un nivel elevado, se nota no solo en su forma de vestir sino también en sus gestos y en el habla.
En la cena no hubo charlas muy interesantes, pero si miradas muy sugerentes tanto de ella como mías, bebimos champagne al ritmo de una música muy, muy suave que sonaba del audio. Cuando terminamos y ella acomodo las cosas en la cocina, me invito a que saliéramos juntos al bacón, pasamos las cortinas y cerro la puerta detrás, nos acercamos a la baranda y nos quedamos mirando hacia abajo algunos minutos, al poco tiempo me di cuenta que su mirada se clavaba fijamente en mi, lleve mi vista junto a la de ella, sonriendo le dije “Ceci…..”, ella coloco dos dedos sobre mi boca sin dejar decir mas nada, me dijo “abrázame fuerte”, lo hice y ella pego su cuerpo al mío, murmurando dijo “tengo un poco de frío….”, la rodee con mis brazos para darle calor, ella apoyo su cara contra mi pecho y me abrazo también, luego de un rato juntos en silencio, levantando la vista me dijo “estoy muy bien así”, la apreté contra mi despacio mientras mi boca comenzaba a morder sus labios, nos besamos muy lentamente…..
Luego del largo beso me tomo de la mano y volvimos a entrar al departamento, nos sentamos en el mismo sofá que usamos al entrar, se cruzo de piernas y comenzó a besarme y a morderme la boca con ganas, tome su cintura y también comencé a besarla, mientras le acariciaba la espalda.
Paso su mano sobre su pelo, tirando el lápiz y dejándolo suelto, sacudió la cabeza y mirándome fijamente a los ojos llevo su boca a sobre mi cuello y comenzó a morderme, girando la cara le hice lugar mientras mis manos se colaban detrás, bajo su ropa.
Lentamente nos fuimos recostando, yo separe las piernas y ella quedo de rodillas en medio y con su cuerpo sobre el mío, sentía como me mordía despacio mientras mis manos tocaban su suave piel, nuestras respiraciones comenzaban a agitarse.
Ella comenzó a pasar la puntita de su lengua sobre mi cuello, con lo cual me excitó muchísimo, subí mis manos y comencé a tocarle el pelo, abriendo la mano deje que sus mechones se entrelazaran con mis dedos, tomando mi piel con su boca me apretó succionando, “al oído le dije Ceciiiiiii, me estas matando”….. ella sonriendo me dijo con el mismo tono “mmmmmmm me encanta que guste”.
Girando lentamente la cara me hizo lugar ella ahora para que yo la mordiera, acomodé mi boca sobre su cuello y comencé a besarla lentamente, tomando pequeñas porciones de piel y mientras las tenia apretadas entre mis labios les pasaba la lengua, “ahhhhhh” ella dejaba escapar pequeños gemidos constantes, cada vez que mi boca apretaba su cuello.
Mis besos comenzaron a bajar lentamente por sus hombros, luego por su cuerpo, sobre sus pechos, al tiempo que los besaba sobre el escote que tenia la camisa mis manos desabrochaban cada botón, al llegar al ultimo abrí su camisa y ella saco pecho, eran en verdad divinos, bastante grandes sostenidos por un fino sujetador blanco, coloque cada una de mis manos sobre sus pechos, los rodee acariciando sobre el sujetador, luego mi boca volvió sobre ellos, besando la parte superior que el sujetador no cubre.
Rodeando su cuerpo lleve mis manos sobre el broche del sujetador, intentando soltarlo, el principio me costo ya que Ceci se movía mucho besándome el cuello, cuando por fin lo pude desajustar, lentamente lo saque hacia delante, ella bajo los brazos para que pueda terminar de quitárselo.
Al hacerlo, nuevamente los pechos de Ceci eran míos para que haga con ellos lo que quiera, los tome por debajo, empujándolos hacia arriba con las 2 manos, Ceci gimió muy despacito en mi oído “ahhhh”, eso me éxito mas y comencé a apretarlos mientras los acariciaba haciendo círculos, luego fui lentamente hacia el centro y tome sus dos pezones entre mis dedos, los pellizque y tire de ellos hacia fuera, Ceci gemía mas fuerte “ahhhhhhh”. Ella se movio lentamente hacia delante colocando sus pechos cerca de mi cara, tome el derecho con una mano lo levante de manera que el pezón quedara justo sobre mi boca, apoye mis labios y lo apreté lentamente entre ellos, “ahhhhhh”, ella no paraba de gemir, comencé a succionar lentamente y a chuparle el pecho pasando mi lengua sobre él. Luego tome el otro e hice lo mismo, sus pezones se pusieron muy duros y parados, ella volvió a sentarse un poco mas atrás mientras yo acariciaba su espalda continuamente.
Lentamente me fui incorporando de manera que quedamos los arrodillados, la tome de la cintura y la hice girar despacio hasta quedar de espaldas a mi, las caricias sobra la panza poco a poco fueron subiendo convirtiéndose en pellizcos para sus pezones, apoye mi boca en su cuello y la bese lentamente, chupando su piel y pasándole la lengua, ella llevo sus manos sobre su entrepierna y comenzó a frotarse sobre el pantalón.
Mientras mis manos jugaban con sus pechos Ceci se tocaba la conchita como podía, supongo que le seria muy incomodo con el pantalón puesto, así que baje mis manos lentamente apretándolas contra su cuerpo, pasaron por la panza y en ese momento ellas subió sus manos de golpe ya que sintió cosquillas apoyo sus manos sobre las mías y juntos las bajamos hasta donde comenzaba su pantalón, este no tenia cierre sino que era con elástico por lo tanto fue fácil meter mis manos dentro.
Lo levante con mis dedos y baje mas las manos de Ceci se volvieron hacia su panza, baje mas y seguí la forma de su vagina, toque su bombacha estaba algo húmeda, al hacer esto ella gimió fuerte “ahhhhhh”, volvi lentamente hacia arriba y con algunos dedos fuera y otros dentro del pantalón lo baje lentamente, ella me ayudo con el movimiento y luego se sentó apoyando su cola y levantando las piernas para que pueda quitarlo.
Mirándome a los ojos me dijo, ahora me toca a mi “mi amor”, siguiendo la mirada le contesté en el mismo tono “bueno cielo”, ella sonrió y apoyando sus manos sobre mi vientre me quito de un tiro el abrigo y luego me desabrocho lentamente uno a uno los botones de la camisa, apoyo sus labios sobre mi pecho y comenzó a besarme bajando hasta mi vientre, luego tomo mi mano y levantándose me arrastro a que yo también me levante, pego su cuerpo al mío y mirándome a los ojos me dijo “queres conocer mi cuarto?”, sonriendo le dije “si insistís”.
Me llevo de la mano a su habitación, entramos y fuimos directo hacia la cama, era un cuarto grande al igual que la cama, era un somier (esas que son doble colchón), Ceci subió de rodillas y quedando en esa posición soltó mi mano, yo subí detrás de ella, me coloque justo detrás de su cola, lleve una mano entre sus piernas hasta donde comenzaba su bombacha y la acaricie presionando los dedos desde su conchita hasta atrás, “ahhhhhhh” “mmmmmmmm”, gimió muy fuerte y separo las piernas para hacerme lugar.
Me senté sobre la cama, me quite los zapatos, las medias y el pantalón, dejando solo el bóxer, ella gateo hacia delante y yo acomode mi cara entre sus piernas, ella bajo lentamente su vagina sobre mi cara, quedando sentada sobre mi, comencé a darle besos sobre la tela de la bombacha, ella daba gemidos cortos mientras se acariciaba los pechos y pellizcaba sus pezones, le dije “hueles muy bien Ceci”, ella tenia los ojos cerrados y entre gemidos me contesto “vos me pones así” y agrego “desde hace mucho quería esto y no me animaba…”, “mmmmm” mi saliva se mezclaba en su bombacha con sus flujos y podía sentir la dulzura de estos.
Luego de eso ella se corrió hacia atrás, abrió sus piernas y se sentó sobre las mías mas atrás, tomó mi bóxer y lo bajo dejando mi pene descubierto, como se podrán imaginar por la situación estaba a mas no poder, bajo su cara y su pelo me cubrió la visión, pero sentí sobre mi pene su boca cálida y su lengua recorrerlo, su mano me tomo mas abajo mientras comenzaba a succionarlo, “ahhhh” no pude evitar gemir, me estaba matando de placer y sabia hacerlo muy bien, pasaba su lengua de lado a lado sobre la cabeza del pene y por el centro, mientras toda su boca lo mantenía tibio y su saliva lo humedecía “ahhhh”.
Fue el mejor sexo oral que me hicieron en mi vida, Cecilia era de verdad increíble me levante y la ayude sosteniendo su pelo porque ya varias veces ella se lo había tenido que acomodar, ya que se caía hacia delante.
Pese a que trate no pude evitar venirme acabando dentro de su boca, ella trago mucha cantidad de semen y luego levanto su cara mirándome con algunas manchitas en la boca, se relamió pasándose la lengua, luego se sentó de espaldas a mi, la tome de la cintura baje mis manos por su panza y toque su bombachita, estaba muy húmeda, lentamente metí mis manos dentro, estaba calentita a la vez que bien mojada.
Lleve mis dedos entre ambas paredes y se las abrí lentamente, introduje algunos dedos buscando su clítoris, al encontrarlo lo roce lentamente y ella gimió fuerte “ahhhhhh” le metí 2 dedos dentro, no pude mas ya que la tenia mas estrecha de lo que pensaba.
Lentamente comencé a masturbarla, mientras ella gemía mas y más, mientras se acariciaba los pechos “ahhhhh” sus líquidos empaparon mis dedos haciendo que resbalen mucho. Saque mi mano llena de sus flujos y la lleve sobre su boca, pase los dedos sobre sus labios humedeciéndoselos, ella saco la lengua y se limpio luego la paso por mis dedos, limpiándolos.
Nos separamos, ella se sentó enfrente mío, me acerque lentamente y le baje la bombacha, dejándola completamente desnuda, ella separo sus piernas, obviamente mientras la masturbaba me había vuelto a poner muy caliente, nos sentamos enfrentados cada uno con las piernas en el vientre del otro, me acomode de manera que le entrara y me moví hacia delante penetrándola y abrazándola a la vez.
Los dos estábamos muy agitados nuestras manos acariciaban al otro a la vez que lo empujaba contra el cuerpo del otro, “ahhhhh” “ahhhhh”, Cecilia movía sus piernas lentamente y las rozaba contra mi cuerpo, mi pene estaba bastante apretado entre las paredes de su vagina pues eran estrechas, pero sus flujos ayudaban mucho a lubricar toda la zona, comencé a moverme hacia delante y hacia atrás y ella seguía mis movimientos mientras gemía sin parar, me abrazo muy fuerte y cerrando los ojos casi gritando con el gemido “ahhhhhhhhhhhhh” tuvo un gran orgasmo, sentí como sus paredes se contraían sobre mi pene al mismo tiempo que mas fluidos lo bañaban la sensación fue tan deliciosa que cuando sus gemidos se iban apagando me vine de nuevo dentro de ella, ambos gemimos “ahhhhhhh” y nos abrazamos quedando en brazos del otro.
Esa noche no continuó mas que con algunos besos y declaraciones de amor, pero no fue la ultima vez que tuve relaciones con Cecilia, ya que salimos durante algunos meses, pero si fue la que tuvo mas sabor.