La obsesión.
Todos, tenemos nuestras fantasías y pequeñas perversiones, algunos más extremas que otros, unos nos las callamos, otros tienen la felicidad de cumplirlas y otros pagan para que se cumplan, esta es una de ellas.
Como conté en anteriores relatos el estar pasando mal y la necesidad nos llevó a tomar decisiones extremas muchas de las cuales uno se arrepiente luego. Barajamos muchas posibilidades y en vista que no llegábamos a nada decidimos probar con la prostitución. Era dinero rápido y parecía fácil, un polvo rápido, nada de besos, nada de caricias y sin mirar demasiado al cliente/a, listo la pasta. Yo no soy atractivo ni homosexual o sea que la posibilidad de Gigoló estaba descartada pero mi mujer tiene un cuerpo lindo, una casada, amateur follada en la cama de matrimonio y frente al marido, genera muchas fantasías y morbo.
Mi mujer toma la decisión de venderse en subasta, un aviso en la Web, un número de contacto y unas fotos, atraerían clientes. Ella no estaba muy segura y se puso un caché muy grande, como queriendo desanimar a clientes y así justificar que no habría interesados. Puso una base inicial de 1000 euros y cuando abrimos la página no había uno sino 5 interesados, el que más pujaba ofrecía 2500 euros.-“Nada mal por un polvito-“afirmó riendo nerviosa mi mujer.
-“¿Llamamos a este? pregunto yo.
-“Bueno, no es feo”-afirma ella.
Lo contactamos, se dice llamar Ulises, 35 años, pero tiene un problema, no quiere hacerlo con condones. Consulto con mi mujer y me dice que solo si el tipo está sano que se haga unos análisis en una clínica y nos acerque los resultados, se lo sugerimos y a los 15 días, nos llama y quiere una entrevista conmigo en un bar céntrico, donde me dará los resultados.
Nos vemos, es un tipo normal, sin nada a destacar, buena conversación, buena cultura general, pero con una abominable obsesión…
-“Toma, mis análisis, como veras estoy 100% sano, tengo una fantasía y si me ayudas a cumplirla, se ganarán 2500 euros más-“
-“Cual”-Pregunto.
-“Quiero dejar preñada a tu mujer, me encantan las embarazadas y no hay nada más rico que regalarles un hijo, desnudas abiertas de piernas, esperando, ovulando, listas para ser fertilizadas con tu semen, es mi sueño, luego de ver pruebas veraces te giro los 2500 y puedes, darle la RU489, llevarla a una clínica, que te cobrarán 1000 euros, te quedarán 1500 limpios o…tenerlo”-afirma él.
-“! Estás loco de atar, como una chota!”-le respondo.
-“Aunque accediera ella se cuida”-le afirmo.
-“¿Con qué?”-me pregunta.
-“Postinor”-le digo.
Entonces el saca varias cajitas de su bolsillo las mira y encuentra esa marca, entre todas píldoras del día después. Toma una navaja levanta el fino aluminio que recubre el envase, saca las píldoras y las sustituye píldoras de edulcorante, vuelve a poner el aluminio en su lugar y me las entrega.
-“Piénsalo y si estás de acuerdo, sustituyes sus píldoras por las mías y me llamas, espero tu llamado-“me responde.
Lo dejo y me voy a casa con el paquetito falso en mi bolsillo. Hablo con mi mujer le digo que me ofreció 2500 más, pero que el tipo no me gustó no es guapo, etc., etc., trato de desalentarla. No le digo todo
-“! Pero 5000 euros es una pasta, vale el sacrificio!-“me dice ella enojada.
-“Está bien lo llamo desde el teléfono del dormitorio”-le digo, voy a la mesa de luz, sustituyo las píldoras y llamo a Ulises. Próximo sábado hora 24.
Llegó el día.
-“Como si fuera una cita de novios, mi mujer se baña, depila, perfuma apronta el dormitorio, se pone solo la parte de debajo de una ropa interior atrevida comprada esa mañana y un negligé (picardías) morado”-
Tocan a la puerta, es Ulises y trae consigo una botella de champagne, entra y lo presento a mi mujer. Ella con sorpresa no actuada me dice
-“! Es bastante más guapo de lo que me dijiste!”-El ríe por el piropo y le hace unas caricias, por debajo del vestido.-“!Hum , pongo la champagne a enfriar, en la nevera, para que no se caliente como nosotros!”-
Cuando ella se va a la cocina él la mira de atrás, como mueve el culito y me dice, -“Si quieres te dejo participar, podemos hacer un trío, pero su coñito es solo mío”-
Vuelve y nos sugiere por comodidad ir al dormitorio, acudimos, yo en un principio no intervengo, mi conciencia y mis nervios me impiden la erección. En el dormitorio, ella da el primer paso, y le desabrocha botón por botón la camisa a él y se la arranca con inusitada violencia, luego el cinto y el pantalón, de un fuerte tirón el slip.
El desnudo, abre el babydoll(picardías o negligé) dejando al descubierto unas grandes tetas y unos hermosos grandes pezones morados, ella respira entrecortada, es su primer cliente, su primera infidelidad consentida, esta excitada y se nota, él pasa sus manos por sus pechos, los pezones se ponen tiesos, le saca la prenda, ella se arrodilla en el suelo, le masturba a lograrle la erección, para hacerle un felación magnífica. Ulises la empuja a la cama y le pide que abra las piernitas, con sus dedos le abre el coño, la masturba y luego hunde su boca en el ser de ella, ella gime -“! Huy, que rico que es esto como me gusta coger!”-lo que excita mas a él. Le pide que se ponga en 4 al borde de la cama y él de píe en el suelo. Cuando la tiene en posición , le abre mas las piernitas, apunta el glande erecto de su falo, hacia la húmeda entrada del coño, empuja entrándole con suma facilidad, pone sus manos en las caderas de ella y como un poseso la fornica, una y otra vez, ella con sus manos se masturba el clítoris y empieza a gemir cada vez con más frecuencia y mas alto, de repente un ¡ahhhhhhhhhhhhh! simultaneo de ambos indica un gran orgasmo y eyaculación, y la consumación del acto carnal prohibido y el pecado de lujuria. Ella siente el calor húmedo del semen en su interior y complacida, me mira y ríe, luego le dice a él, -“Me has llenado cuanta leche, voy al baño a lavarme. Saca su polla flácida y goteante, ella se va chorreando lefa por el camino. Quince minutos después ella vuelve, ya dispuesta a vestirse, va a la mesa de luz saca las píldoras e ingiere una, la otra antes de las 2 horas posteriores al coito. El pregunta,-¿qué tomas?-.
-“Postinor”-responde, ella.
A lo que él le dice, -“No las conozco, ¿me las prestas?”-
Ella le pasa el envase, Ulises al ver el número de lote y reconocerlo, tiene una inmediata y fuerte erección, ni el viagra produce tal rápido efecto. Él le quita la toalla que la envuelve, al ver ella el mástil de barco que tiene él dice, -“Uyuyuy, que fuego tienes, habrá que apagarlo”-
El se acuesta y ella lo monta, haciendo desaparecer su verga dentro de ella, la veo de espaldas, su culo, sus caderas se mueven, gime y gime y gime tanto que me excita, me desnudo rápidamente y me acerco, pongo mi verga en la cara de ella y me la mama sin dudarlo. Cambiamos de postura, la acuesta sobre la cama a ella, le levanta las piernas y pone los tobillos de ella sobre sus hombros, la penetra, mientras acerco otra vez mi polla erecta hacia los labios de mi mujer. Ella llega al orgasmo -“¡ahhhhhh! dame, la leche”-, ruega ella.
-“¿Quieres que te preñe?”-pregunta él, con evidente doble sentido, ella cachonda en el calentón del momento responde, -“! Sííí, preñadísima!, ¡Dame tu lechita ya!”-, él se corre, ella gime –“¡ahhh!”- y yo le lleno la boca de leche a mi esposa que saborea y traga.
Ulises le sostiene las piernas en alto a ella un ratito, hasta que ella tiene que pedir que se las baje, luego va a sus pantalones saca el móvil y le pide que se abra el coño y le muestre toda la lechita, ella le ruega que no se saque a su cara y flash…
Luego mi mujer ingiere la otra píldora, el ríe y dice voy por la champaña.
Bebemos, hablamos y nos despedimos me da un sobre con los 2500 euros y una nota, -“Si hay novedades me avisas”-
12 semanas después…Llamo a Ulises y le digo que tengo pruebas y que me gire los otros 2500.
Un mes después a mi mujer no le había bajado la regla, se hizo un test y le dio positivo, embarazo, angustiada se dio cuenta que era de Ulises
-“! Me muero! ¡Estoy preñada!, ¿Como pudo ser?¿Qué hacemos?”-me pregunta.
-“Vamos a esperar la ecografía, es en unos días”-le respondo.
Un día desnuda, casi de perfil le tomo una foto, sus pechos habían crecido sus pezones también, se le notaba una incipiente pancita.
La ecografía lo confirmó embarazo 12 semanas, tomo la eco, la foto y el test rápido de embarazo y se los envió a la casilla de correos. Dos días después giran 2500 euros a mi cuenta. Me costó convencer a mi mujer de no tener ese embarazo, era el primero, fui a una clínica y en un día le hicieron un legrado. A Ulises no lo vimos más, pero no dudo que la foto de mi mujer con el coño lleno de su leche y 12 semanas más tarde con su hijo en el vientre estén colgadas en alguna web de sus retorcidos gustos
De ahí en adelante mi mujer toma píldoras de 28 días…