Un tarde mi mujer y yo corríamos agitados por la tremenda lluvia torrencial que nos había alcanzado, sus tacones le impedían correr por lo que evidemente terminaríamos empapados, su casa no estaba muy lejos y ya casi era hora de la fiesta así que la mejor decisión en ese instante fue llegar hasta ahí y poder secarnos para llegar al evento.
La puerta se encontraba cerrada ya todos habían partido, por suerte siempre dejan una llave debajo de la bugambilia que tiene mi suegra, rápidamente entramos y con risas y gotas de agua en la cara nos abrazamos, eso había sido muy divertido, sin embargo la ropa estaba totalmente mojada por lo que decidimos meterla a la secadora de inmediato y darnos una ducha de agua caliente, como no había nadie en la casa y la tormenta estaba a todo lo que daba no nos importó andar desnudos secando la ropa y después yendo a la ducha…
Ya dentro de la regadera, el agua caliente nos quitaba el tremendo frio que teníamos, reíamos y platicábamos de como habíamos corrido para llegar ahí, de repente ella se acercó a mi abrazándome y recostando su cabeza en mi pecho yo la tome por la cintura y bese tiernamente su cuello, el agua caía sobre nuestros cuerpos y en especial el mío comenzaba a reaccionar al sentir sus pecho de mi linda esposa, ella de inmediato se percató de mi excitación y sonrió diciendo no hay tiempo debemos darnos prisa por lo que cerro la llave de la regadera y se fue al cuarto a cambiarse, yo salí del baño aun excitado, entre al cuarto y ella comenzaba a secar su hermoso cuerpo, yo simplemente la veía, ella reía de manera picara y se acercó para besarme, de inmediato la tome por las nalgas y las apreté hacia mí, ella gimió de forma deliciosa y dejo car su toalla, yo por mi parte hice lo mismo y mi pene erecto estaba más que listo…
En la entrada de la casa un taxi se detenía y una mujer bajaba rápidamente para no mojarse, tomaba la llave y entraba a la casa, la verdad mi esposa y yo no nos percatamos de ello puesto que ella estaba dándome una de las mamadas más ricas que solo ella sabe hacer, la puerta del cuarto estaba abierta y yo extasiado gemía de placer al sentir como sus labios saboreaban mi pene y su lengua jugueteaba cada vez más rápido.
Quien había entrado era mi cuñada quien había ido por un abrigo que se encontraba en el cuarto donde mi esposa y yo estábamos cachondeando, mi cuñada llevaba puesta una falda corta con medias negras y una blusita rosa muy pegadita, subía despacio por que se percataba de los ruidos que mi esposa y yo hacíamos, ella subió y al ver la puerta del cuarto entre abierta se asomó muy lentamente y comenzó a observar aquel acto erótico.
Mi esposa no dejaba de saborear mi pene yo con los ojos cerrados me dedicaba a disfrutar el momento, mientras mi cuñada observaba sin decir palabra alguna comenzó inconscientemente o consiente no lo sé, a tocarse los pechos, unos ricos pechos redonditos que ella tiene, al mismo tiempo que apretaba sus piernas para sentir placer en su vagina, yo abrí los ojos y como frente a nosotros se encontraba un espejo pude percatarme de la presencia de mi cuñada, pero la verdad al ver como se tocaba no me importo y seguí disfrutando, mi esposa menciono que duro se te ha puesto y todo era gracias a que había visto a mi cuñada, de inmediato sin dejar que mi esposa viera hacia la puerta la recosté en la cama le abrí las piernas y comencé a lamerle el culito, sin embargo la vista privilegiada era para mí cuñada quien me observaba pro el espejo como le comía el culo a su hermana, para ese entonces ella ya tenía la blusa abierta y las chichis de fuera, se apretaba los pezones como si quisiera arrancárselos hasta que gimió fuertemente y fue ahí cuando mi esposa se percató de su presencia.
Continuara…
🙁 sshjz9vZVZhgsgsd
SOY SANDY SOY GEY ME GUSTARIA PERDER MI VIRGINIDAD , TENGO 55 AÑOS PERO QUIERO PROBAR, QUIERO SENTIR……. 😆 …..
Mmm q rica se ha de ver tu cuñada para darle una rica cojida, mientras tu esposa y tu lo hacen mmm sería tan rico 😉
Excelente relato