CAPITULO 1
Mi historia comenzó un día cualquiera, hace unos años atrás, mas precisamente 5 años, en que una mañana de enero cambio mi vida para siempre y me iba a convertir en un esclavo absoluto 24/7.
Mi nombre es Dani, tengo 29 años y vivo en Argentina,… en el interior del país. Estoy casado, mi esposa se llama Fabiana, y tiene la misma edad que yo. En ese entonces solo hacía 5 años de nuestro matrimonio, y la verdad que no pasábamos nuestro mejor momento en la pareja, las rutinas, los pocos momentos en que nos veíamos y los problemas cotidianos habían hecho de la convivencia algo asfixiante.
El tiempo pasaba y todo seguía igual, no había cambio alguno, y no era que no la amara, simplemente el desgaste típico de una pareja. Sin embargo en ella el proceso se iba dando de otra manera, sin retorno, y yo podía ver como su amor por mí se iba convirtiendo en un sentimiento de indiferencia total.
Preocupado trate de tomar cartas en el asunto y tratar por todos los medios de perder mi relación y mi matrimonio, pero cada esfuerzo que hacia parecía inútil, ella se iba alejando día a día más de mí, y me trataba con desprecio e indiferencia. Empecé a pensar que tal vez tenía otra relación, un amante, otra persona, pero tras seguirla y observar sus movimientos pude confirmar que no, no había nadie más en su vida. Aunque si, por otro lado, empezó a frecuentar más a sus dos hermanas (Betina y Georgia) con quien, si bien nunca tuvo mala relación, tampoco mantenía fluidos encuentros. A partir de esos sucesos, empezaron a reunirse, fuera y dentro de casa, y era característico en esas ocasiones su total indiferencia, de parte de la tres para con mi persona.
Betina y Georgia tenían una año menos que mi mujer, 28 y 27, y vivían aun con sus padres, ya que el estudio no les había sentado bien, pero tampoco el trabajo. Si bien no eran de familia acomodada, nunca les había gustado demasiado eso de los horarios y el esfuerzo, en una palabra eras muy cómoda.
El tiempo paso y el mes de septiembre llegaba sin novedades en cuanto a nuestra relación emocional. Yo había probado de todo, incluso había llegado a niveles muy bajos con tal de revertir dicha situación, mi desesperación me había llevado a ofrecerle por ejemplo: masajear sus pies, cuando regresaba del trabajo, quitarle los zapatos y demás y una cosa fue llevando la otra hasta desencadenar mi desgracia.
Martes 17 de Septiembre.
Fabiana aun no regresaba del trabajo, yo me encontraba en casa perturbado, ya que no me atendía el celular, presentía que mi tiempo se acababa para cambiar mi historia.
Escucho su auto. Me adelanto y abro la puerta.
D: Hola amor, como estas? Que tarde se te hizo,.. te estaba esperando.
F: Hola Dani,… si el trabajo a sido un desastre, muchos inconvenientes.
Fabiana entro dejo sus cosas y se tiro en el sillón, agarro el control y cambio de canal sin preguntar si quiera si estaba mirando.
D: Quieres que pidamos algo para comer?
F: Me da igual, has como quieras.
D: Creí que tal vez podíamos cenar algo juntos.
F: Mira no tengo ganas de nada, y no empecemos con lo mismo que ya me aburre.
D: Si quieres te preparo algo casero.
F: Hay que eres pesado Dios mío,.. si! Mira quiero que prepares pollo al horno,.. ha! Y que sea con papas fritas, y…. a si! Y una ensalada de zanahorias!! (dijo irónicamente),.. conforme? Ok, deja ya de molestar…
Mi humillación ya no me molestaba, mi miedo a perderla era cada vez mas grande.
D: ok, yo lo preparo, pero puedes pedírmelo bien, con ganas, quiero que pasemos un buen momento.
F: Hace rato que no paso un buen momento aquí, y creo que ya es demasiado tiempo, no te parece? Tal vez algo debiéramos hacer..
Prepare enseguida la comida, pele, corte, cocine,.. mientras se estaba cocinando aproveche la ocasión y le propuse un masaje!
D: quieres que te de un masaje? Tus pies deben estar cansado de todo el día.
F: Como quieras. (dijo sin siquiera mirarme)
Me arrodille frente a ella, tratando de no tapar su visión del televisor, saque sus zapatos, sus medias, y cuando me disponía a empezar…
F: te lavaste las manos no? No pensaras tocar mis pies con las manos llenas de grasa..
Me levante me fui y lave mis manos sin siquiera protestar, no quería arruinar los esfuerzos que había hecho hasta ahora, pero su trato era tan despectivo que realmente me costaba mucho.
Regrese y masaje sus pies, transpirados por el día por 30 minutos, sin siquiera darme las gracias,…
F: Falta mucho para comer?
D: no ya esta, te vas a chupar los dedos!!!
F: sabes que? Ya no tengo hambre, cómelo tu!,.. que lo disfrutes..
Y sin más se levantó y se marchó a dormir,…
Mi frustración llegaba al piso. Episodios como estos se fueron multiplicando. Y a mediada que ocurrían ella iba ganando cada vez mas terreno sobre mi, y sin que nuestra relación floreciera, lo que si iba floreciendo era su actitud cada ves mas dominante dentro de la casa.
Mi desesperación me llevo de a poco a cocinar casi siempre yo, (para tratar de satisfacerla), lavaba los pisos, limpiaba el baño, lavaba los platos, tareas que siempre habíamos compartido empezaban a recaer sobre mi,.. Fabiana empezaba a aprovechar mis ofrecimientos y cada vez hacia menos tareas, hasta llegue a lavar y planchar su ropa.
F: Sabe Dani, podrías lavar mi ropa hoy, no tengo tiempo realmente, tengo que salir con mis hermanas y se que tu no tendrás problemas no?,.. aparte la necesito si o si para mañana, ha! Y plánchala también si? Gracias,… Chau..
Los meses fueron pasando y todo iba empeorando para mi, me volví prácticamente su mucamo, sin reclamos, ya que temía su represaría, sentía que me provocaba. Hasta que un día explote!!
Continuara
una relación es de a dos — no inicies algo y menos un matrimonio si no sabrás ni podrás manejar —es una estupidez “explotar” y arruinar a ambos — hay que hablar exponer argumentos y si la cosa no va más, buenas noches mucho gusto y cada uno por su lado