esta es una historia real, espero que vosotros os calentéis por lo menos lo que yo me calenté en el momento que lo vivíEra una tarde normal en mi oficina, en el lugar donde yo trabajo es una sala muy grande donde se situan 4 mesas de trabajo, la mia y las de mis 3 compañeros, hombres los 3. mi mesa esá situada de forma que a mi espalda queda la pared y la pantalla de mi ordenador no es visible para ninguno de mis compañeros, y la mesa por delante está cubierta, de forma que lo que pasa bajo esta queda totalmente oculto. el día anterior yo había estado hablando cn mi compañera de piso sobre sexo y sobre vergas, por lo que ella con el cachondeo me envió aquella mañana un e-mail. la verdad es que practicamente no tenía nada que hacer puesto que tenía trabajo avanzado, por ello, abrí mi correo personal y allí estaba su mensaje, me había adjuntado una foto extraida de una página pornográfica, era un caballero apuestísimo y muy musculado pero lo que sorprendía era su espectacular verga, nunca antes había visto algo así, era realmente larga y gruesa, practicamente sin darme cuenta comencé a acariciarme la conchita y poco a poco me fui excitando, al final, comencé a introducirme los dedos, imaginando como esa grandisima cosa me penetraba.estaba un poco incómoda así que sutilmente me quité las braguitas y las introduje en el bolso. me levanté de mi silla y me dirigí a los aseos para refrescarme un poco, cuando estaba allí, alguien abrió la puerta, era felipe, uno de mis compañeros, es el típico hombre que no piensa más que en joder y está siempre intentando a ver cuando cae algo. noté como me agarraba por detrás, algo a lo que ya estaba acostumbrada pero esta vez mi reacción fue distinta, en lugar de evadirle seguí su rollo, me di la vuelta y acaricié sus genitales bajo los pantalones, este se sorprendió pero siguió aprobechando la situación. poco a poco fue subiendome la falda, lo que no era muy dificil xq era una mini,encontrando que no tenía bragas me masturbó con sus dedos, yo me arrodillé, abriendole su cinturón, abrí sus pantalones y saqué su verga que comencé a mamar, nunca había mamado ninguna de esa forma, él se estalló en mi boca y sentados en el suelo de los aseos me penetró estallándose varias veces, tuvimos varios orgasmos, uno de ellos compartidos, fue algo apasionante. una vez calmados, yo me volví a componer la ropa y salí dejando pasar un tiempo para que no nos viesen salir juntos.