El otro día llego a mi casa, mi hermana, a la cual hace tres años que no veía, me visitaba con su hija Silvina de 18 años de edad recién cumplidos, habían realizado el viaje solo ellas dos, el motivo del viaje era que mi hermana quería reunirse con sus ex compañeras de la Universidad.
Esa misma noche de su arribo, era la fiesta, la cual se iva a celebrar en un restaurante importante de la ciudad, ella quería que la hija la acompañara, pero esta a ultimo momento señalo que le dolía la cabeza y además estaba cansada del viaje, así que mi hermana Marcela se fue sola a la fiesta yo y mi sobrina nos quedamos solos, ya que yo soy un hombre de 50 años de edad y me dedico a la reparación de aparatos electrónicos y jamás me case.
Eran las 11 de la noche cuando sonó el timbre de mi casa, abrí la puerta, era Carlos un gran amigo, el cual es medico de especialidad Ginecólogo y que tiene la misma edad que yo, venia a invitarme a tomar un par de cervezas en un nuevo bar que se había abierto fuera de la ciudad yo le comente que estaba cuidando a mi sobrina y que no podía acompañarlo, en ese momento apareció Silvina, quien había escuchado la conversación me dijo que no me hiciera problema que podía ir con Carlos al bar, dude un momento, pero el Doctor tuvo una idea brillante y era que fuéramos los tres juntos a ese lugar, así que subimos en su camioneta todo terreno y partimos raudamente.
Ya en el negocio, mi amigo pidió dos bebidas alcohólicas fuertes y para mi sobrina una Coca Cola, ante todo esto yo veía que Silvina era una chica retraída de pocas palabras, parecía muy tímida, Carlos, el doctor le dio un sorbo de la bebida de su baso, eso fue suficiente, para que mi sobrina se transformara, nosotros no queríamos problemas en el local, así que pagamos la cuenta y volvimos a la camioneta, allí bajo el efecto del alcohol Silvina empezó a contar relatos eróticos, muy calientes, hablaba de su experiencia sexual con su novio y todas las cosas que este le hacia, ante semejante novedad pude notar que Carlos, mi amigo se estaba calentando, por mi parte sentí que mi pene se estaba endureciendo a toda velocidad, el doctor paro la camioneta se bajo del móvil y pidió hablar conmigo yo lo seguí, ahí me dijo que deseaba poseer a mi sobrina, mi contestación fue que si, así que inmediatamente el decidió que llevaríamos a Silvina no a un hotel sino al consultorio ginecológico que el tenia en la ciudad, cuando llegamos al lugar, note que su consultorio estaba al fondo, abrió la puerta y vi que había una camilla ginecológica y dos sillones amplios. Carlos no perdió tiempo, le pidió a mi sobrina que se recostara sobre la camilla, le desabrocho el pantalón que ella tenia y de un solo tiron su mini bombacha ya estaba en el suelo, luego procedió a colocarla en posición ginecológica de parto, es decir con las piernas bien abiertas y con los pies apoyados en dos argollas laterales de la camilla, yo solo estaba como observador, sentado en uno de los sillones. Luego Carlos, se desnudo por completo, su pene erecto como un sable estaba endurecido, con una manivela bajo un poco la camilla para que de esa manera su pija estuviese a la altura de la conchita de mi sobrina, y finalmente la penetro hasta el fondo, Silvina pego un grito fantasmagórico, pero eso no detuvo al doctor quien la penetro una y otra vez, mientras tanto yo podía ver como la pija gruesa de mi amigo enloquecía de furor con la conchita de la hija de mi hermana, finalmente Carlos termino eyaculando en las tetas de la â??pacienteâ?. Una vez terminado se sentó, cansado y me dijo que se tomaría un respiro de 15 minutos, mientras tanto lo vi que de una de las gavetas sacaba un aparato de grueso calibre y de una longitud de 20 centímetros, tenia forma cilíndrica, acercándose a la camilla le pidió a Silvina que se diera vuelta y mostrara su culo, ella como buena â??pacienteâ? obedeció y el le introdujo en el ano el aparato cilíndrico, el gemido de mi sobrina fue espeluznante, pero no había problemas, el consultorio estaba al fondo y en la calle nadie iva a escuchar sus alaridos, luego saco el aparato e introdujo su pene endurecido, yo podía ver como Silvina gozaba con cada empujón que hacia el tronco de mi amigo en medio de tanto gozo mi sobrina le dijo a mi amigo â??doctor no se olvide que después de usted sigue mi tío, yo quiero que el también disfrute de mi anoâ? ante estas palabras todas las barreras en mi mente se cayeron y bien que termino de montar mi amigo, saque mi pene duro como el acero y empecé a culear a mi sobrina Silvina, una y otra vez, en cada penetración que le hacia paresia ser que su manera de gozar no tenia fin, termine vaciando mi leche en el fondo de su culo.
Yo quede fulminado de cansancio, cuando solo habían pasado cinco minutos Silvina se nos acerco a mi y al doctor y nos pidió que los dos la penetraramos al mismo tiempo, yo le pedí que me la chupara, mientras Carlos la penetraba analmente y así lo hicimos, a los diez minutos eyacule en su boca, y los deje solos a Silvina y al doctor, el cual termino por reventarle la cola a mi sobrina, ella lo agradeció con unos gemidos de gata rabiosa en celos.
Una ves terminada la â??consulta medicaâ? ella se coloco su mini bombacha se arreglo el pelo y partimos para mi casa, a todo eso mi hermana ya había regresado de su fiesta de ex compañeras, nos pregunto donde habíamos estado, yo le conteste que había llevado a Silvina a conocer algo de la ciudad nocturna, mi sobrina solo le comento a su madre que había pasado una noche espectacular y que las vacaciones de fin de año quería pasarlas aquí, a lo cual la madre le respondió â??no te preocupes Silvina, a fin de año vendrás sola a pasar tus merecidas vacaciones en este lugarâ?, por supuesto yo y mi amigo el Ginecólogo estaremos siempre agradecido por esa decisión.