Tarde de Placer

Relato erotico enviado originalmente por Miguel M. el 14 de Agosto del 2000

Hace mas de 1 año que conozco a mi mujer y, desde el primer día en que la vi desee tener sexo con ella no paso mucho tiempo hasta que lo tuvimos, ella también lo deseaba y antes de tres meses ya lo hacíamos riquísimo.

Ahora seguimos tan fogosos como al principio, siempre tratamos de inventar algo nuevo para seguir descubriéndonos.

Hace solo unas noches yo me había dormido antes que ella y estaba como siempre durmiendo desnudo.Ella tomo mi pito y se lo metió todo en la boca comenzó a saborearlo y este en seguida respondió tomando toda su fuerza y dureza yo no sabia si era un sueño o estaba ocurriendo en realidad solo quería seguir disfrutando, luego ella se puso sobre mí para dejar su tentador culo frente a mis narices.

Para eso yo ya sabia que esa iba a ser otra tarde de intensos placeres. Podía sentir sobre mí estomago sus puntiagudos pezones que aumentaban la sensación de cada chupada.

Entonces yo pase mis brazos entre sus piernas, tome con mis manos sus maravillosas nalgas y las separe dejando a la vista su oscuro y brillante culito y su ardiente coño apenas cubierto por una fina franja de corto bello de el se asomaba erecto como pocas veces su clítoris.

Yo me incorpore un poco para poder alcanzar con mí lengua su coño, comencé con suaves movimientos a recorrer sus labios hasta que alcance su clítoris el que comencé a succionar mientras mi nariz penetraba en su vagina podía sentir como mi cara se mojaba, ella chorreaba como nunca, pase entonces con mi lengua a penetrarle la vagina y a tomarme todo su jugo, era tan fuerte el deseo que notaba como me faltaba el aire ya que solo pensaba en chupar y no dejaba ni para respirar

Mientras mi lengua no paraba de penetrar, sentía como mi pito se ponía cada vez mas dura dentro de su boca.

Ella me mordía con firmeza la cabeza y luego la soltaba para succionarla con fuerza después la sacaba de su boca y la sujetaba con fuerza con una de sus manos, comenzó a masturbarme mientras sé metía en la boca uno de mis huevos y lo chupaba como si fuese un caramelo, al que después escupía para tomar el otro.

Con esto se aseguraba de que yo durara mas al dejar de jugar con mis huevos volvió a concentrase en mi pito al que sin soltar recorrió con su lengua.

Mientras yo seguía chupando sus jugos, con la punta de su lengua comenzó a penetrar la abertura de mi pito, eso produjo un inmenso placer.

Fue el momento que elegí para sacar mi lengua de su coño para colocarla sobre su culo, apenas comencé a humedecer los bordes su esfínter se relajo y mi lengua penetro en su culo.

A esto ella respondió apretando sus dedos cerca de mi culo lo que me hacia seguir subiendo en mi excitación entonces ella se llevo los dedos a la boca y lo lubrico con abundante saliva y arremetió contra mi culo, que estaba esperando impacientemente.

Metía y sacaba su dedo, enseguida fueron dos los dedos que exploraban las profundidades de mi culo y me oprimian la próstata causandome un placer que nunca habia experimentado

Yo le pedí que intercambiáramos las posiciones, cosa que hicimos sin que ella dejara salir mi pito de su boca, ni bien me termine de acomodar sobre ella sus dedos estaban nuevamente penetrándome.

Yo me lance sobre su excitado clítoris y me lo metí todo en la boca presionándolo con mis labios e introduje un dedo en su vagina, con la otra mano guiaba sus fluidos, que no dejaban de salir, hasta la abertura de su culo, sin ninguna dificultad se lo penetre con dos dedos.

Ella gemía de placer y a mí causaba mucha excitación sentir a través de las paredes de su vagina la presión que ejercían, los otros dedos moviéndose dentro de su culo.

Entonces fue ella que tuvo un nuevo orgasmo que ya era como el cuarto, y me pidió que se la metiera se puso en cuatro patas sobre la cama, yo introduje mi pito en su vagina y esta vez tres dedos en su dilatado culo.

Volví a experimentar el goce que producía la presión de los dedos pero esta vez contra mi pito.

Con la otra mano le pellizcaba con fuerza el pezón de una de sus Tetas que colgaban y se sacudían al son de mis arremetidas.

Ella volvió a venirse esta vez dio un grito que seguramente escucharon todos los vecinos. Y me pidió que se la metiera por el culo.

Mi pito entro con mas facilidad que nunca y mis huevos golpeaban con fuerza contra su coño .

Entonces se puso de pie con las piernas abiertas sobre mi y volvió a venirse pero de tal forma que exploto y soltó un maravilloso chorro de cálida orina sobre mi cara , mi pecho y mi pito, me éxito de tal forma su lluvia dorada que se me salieron unas gotas de semen que recogió con su lengua y se volteo para darme un humedísimo y gran beso introduciendo su lengua en mi boca y saboreando los dos mi leche, y ya no pude mas, eso fue lo que me hizo llegar al máximo como nunca y descargue toda mi leche dentro de su culo.

Entonces nos abrazamos y nos dormimos.

Miguelito

Author: CuentosCachondos

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