Aquella noche mientras pensaba un sinfín de cosas, miraba como mi esposa permanecía dormida no había ruido alguno en la casa y la luz de la luna que entraba por la ventana generaba un ambiente erótico y sensual, ella estaba volteada hacia a mí, solo tenía puesta una playerita muy ligera y sus pezones se transparentaban de forma muy sexy, yo al verla así vulnerable y deliciosa no pude evitar la erección en mi pene, lentamente y con mucho cuidado me quite las cobijas de encima, me acomode lo más cerca que pude de mi mujer y comencé a meter mi mano bajo su playerita, su senos estaban tibios y suaves, mis dedos buscaban su pezón el cual estaba paradito lo cual me facilito que yo pudiese tomarlo entre mi dedo pulgar e índice y estimularlo, era una situación bastante excitante, por lo que con la mano que tena libre tocaba la punta de mi pene que comenzaba a secretar un poco de líquido pre seminal, el cual aproveche de inmediato para tomarlo con mis dedos y así esparcirlo por los pezones de mi mujer…
De momento ella soltó un suspiro, yo me detuve y saque mi mano, ella solamente se acomodó y se volteó dándome la espalda, tría puesto un calzoncito lila transparente, sin perder tiempo alguno mis manos acariciaban sus nalgas, las apretaba con un poco de fuerza sin llegar a despertarla, mi dedo índice jugueteaba alrededor de su culo y con mi pene erecto la mojaba entre medio de sus dos deliciosas nalgas, ella de repente se movía pero no se despertaba, decidí comenzar a tocar su vagina la cual estaba tremendamente mojada mis dedos resbalaban entre sus labios con gran facilidad, y se introducción en ella sin objeción alguna…
Para ese momento yo estaba demasiado caliente y no quería quedarme con ganas de nada, así que sin pensarlo dos veces me quite todas las cobijas de encima y deje al descubierto sus nalgas de mi mujer, lentamente fui bajando hasta que mi cara daba en su culo, baje su calzoncito lo más que pude y una vez teniendo sus nalgas frente a mi comencé a lamerlas y juguetear con mi lengua por su vagina y por su culo, sentía como se mojaba cada vez más y como apretaba las nalgas y las empujaba hacia mi lengua, el sabor de su sexo era riquísimos mi lengua se introducía lo más adentro que podía y succionaba con delicadez su labios vaginales, sabía que ella estaba ya despierta y era hora de comenzar lo bueno…
Me levante y me pare frente a ella, sonrió aun con los ojos cerrados y comenzó a tocarse la vagina con su dedo índice, yo por mi parte al mirarla decido masturbarme, los gemidos por parte de ambos se hicieron presentes, ella abría los ojos y miraba como me masturbaba con su cuerpo, dejo de tocarse y sin pregunta alguna tomo mi pene y se lo metió a la boca succionándolo de forma deliciosa, empujaba mi cadera para que yo me moviera simulando que me la estaba cogiendo, eso me prendió y lo hacía cada vez más rápido, su lengua jugaba con mi glande lo cual me provocaba un estímulo descomunal, me susurraba de momentos que sabía delicioso que le gustaba saborear mi leche…
Después de unos minutos ella paro y me pidió que mi viniera en su senos, que dejara caer unas cuantas gotas de semen sobre sus pezones, yo asenté con la cabeza y me masturbaba para poder complacerla, cuando sentía que unas gotas de semen saldrían pegaba mi pene a sus pezones y ella gemía de gusto, así lo hice tres o cuatro veces hasta que me dijo que la cogiera ya… colocándose en posición de perrito se lo metí todo, quería llegar hasta el fondo, ella soltó un gritito sexy y eso provoco que yo comenzaran a empujar con mucha fuerza, no pude evitar nalguearla varias veces y notaba como se prendía cuando hacia eso, ella me detuvo y me pido que me recostara, de inmediato ella se subió sobre mí, se introdujo mi pene hasta el fondo y comenzó a mover sus caderas lentamente hasta llegar al ritmo que ella deseaba, se tocaba el pelo y pasaba su manos a través de sus senos, yo por mi parte acariciaba su nalgas y las abría al mismo tiempo que rozaba su culo con mi dedo, sentía que me vendría sin embargo aguantaba hasta que ella quisiera…
Después de varios minutos y de algunos cambios de posición ella se quedó quieta me miro y me dijo… –quiero que me digas cuando quieras eyacular porque quiero que lo hagas sobre mi pechos y cuando te vengas que los acaricies y esparzas tu leche sobre ellos…- al decirme aquellas palabras no pude evitar imaginarlo y calentarme al cien por ciento, le dije –si eso quiere eso te daré-, ella sonrió y se bajó de mi recostándose y ahora yo me subía sobre ella colocando mi pene sobre sus pechos y masturbándome mientras ella se apretaba y jalaba los pezones, acto seguido sentí como me vendría y se lo dije, ella me dijo –hazlo lléname de leche-, me vine sin pensarlo y descargue mi semen en su senos, ella gemía y me gritaba que los acariciara que deseaba sentir mi leche caliente por todas su tetas, así lo hice y la experiencia fue riquísima, ambos nos mirábamos y sonriamos ella me dio un tierno beso y agradeció la noche…