Esta es una historia que me platicó mi ahora ex-esposa, de cuando eramos novios y daba clases en el Liceo Mexicano Japones.
Resulta que mi novia Janet era virgen, la conocí en una clase de alemán que tomábamos en el Poli. Se vestía como colegiala a pesar de que ya tenía sus 26 años, era bastante aniñada. Pero bajo su uniforme pude apreciar sus buenas piernas, una cadera ancha, con buenas nalgas y una cinturita de avispa. Sus senos pequeños, con cuerpo como de ánfora o de pera, si se quiere. Blanca, por ser de ascendencia española. Y una cara de niña.
Ella daba clases de maestra y una vez fui invitado a un convivio de los niños y sus papás. en el Kinder, ella llevaba un vestido negro de una pieza, que le quedaba como minifalda. Donde me convencí, de que yo no estaba tan perdido, estaba buenísima y me dije: “En esa cola si me formo”. Total para no hacerles el cuento largo. Terminé por desvirgarla. Tema que es digno de otro cuento. Y al fin, me case por las tres leyes con ella.
En esos días, me contaba todo lo que le sucedía y me comentó que su amiga Claudia, le preguntaba todo de su vida y que una vez, que supo que ya había dejado de ser virgen, en mis manos ( En otro cuento les relataré la forma en que la desvirgué, ya que fue toda una experiencia). La amiga la había invitado, a fin de celebrar el feliz acontecimiento. Por lo que ahora, les cuento lo que pasó en esa celebración que me parece digno de un cuento completo:
Quedaron que un viernes saliendo del Colegio, irían a comer a casa de Claudia, que quedaba cerca, en el Pedregal de San Ángel, y que de ahí en la tarde, irían a un café y como plato fuerte de la noche irían ella y otras amigas al Chippendale a ver a los bailarines y gigolos y a tomarse unas copas. Quedándose a dormir en la misma casa de Claudia.
Yo no conocía en persona a la famosa Claudía, pero por lo que me platicaba mi novia, era una zorra con piel de oveja. Era muy rica gracias a que su padre, le dejo un buen dinero y negocios. Había viajado mucho y estudiado en Estados Unidos e Inglaterra. Me imaginé, que sería una noche loca, pero como no soy celoso, no puse reparo en que mi novia fuera a la reunión e incluso se quedara a dormir en la casa de la dichosa amiga.
Dias después, mi novia me contó todos los detalles de la reunión.
Empezó inocentemente, cuando llegaron la amiga y mi novia a casa de la primera. Que según me dijo era una casa muy amplia, con jardín, muy bonito. Comieron sin novedad, bromeando y chanceando. Pero cuando ya se llegaba la hora de salir Claudia, le propuso a mi novia que se arreglaran para irse al Chippendale. Por lo que subieron a su recamara a bañarse y arreglarse.
Claudia le pidió o más bien le ordeno a Janet que se bañara primero. Mientras ella preparaba su ropa. Así lo hizo y después entró a la regadera Claudia. Mientras estaba en la regadera, Claudia, le pidió a mi novia que le acercara una toalla, que la tomara del cajón de la comoda. Al hacerlo Janet, notó que en el cajón de la toalla, había todo tipo de dildos, consoladores y vibradores. Y al tomar la toalla, se cayó un enorme dildo negro en forma de verga, muy venuda y gruesa, que estaba envuelto en la toalla. Así que lo volvió poner dentro de la toalla y le llevó las dos cosas a Claudia.
Claudia al verla en la regadera le recibe la toalla y le dice:
– Así que ya conociste a “Panchito”, te gustó?
– Como? HA!….. el dildo. pues, no sé. Es muy grande, no?
– Pues a mi, así me gustan. Ahora verás, te voy a presentar a “Cristhian”, es un muchacho estriper, que más o menos tiene una polla igual de grande y es bien efectivo. Oye, no tienes otras pantaletas?, esas que traes son de la guerra pasada. Ahorita te presto una de las tangas nuevas que tengo. Te vas a ver soñada, ya veras. Y diciendo esto, sale de la regadera, secandose y envolviendose con la toalla.
– Mira estas estan preciosas. Y le muestra a mi novia una tanga azul con ribete blanco, así como un cachetero y un corpiño a juego.
– Quitate esas que traes.
Y Claudia se quedó mirando como se quitaba las pantaletas y el sujetador. Cuando queda desnuda, le dice.
– Que barbara, que cuerpazo te cargas. Ya me imagino al suertudo de tu novio, el banquetazo que se llevó, al desvirgarte.
– Hayyy, gracias. Le contestó mi novia, terminando de quitarse su ropa interior.
Claudia se acerca a ella y le ayuda a ponerse el nuevo conjunto. Pero al mismo tiempo le pasa sus manos por todo el cuerpo, apreciando la suavidad y firmeza de la piel de Janet, dándose un buen faje con el cuerpo de mi novia. Eso también excitó a mi prometida. Por lo que, cuando Claudia puso su cara frente a la de Janet, el beso fue automático.
A continuación pasa su mano por los labios púbicos de mi novia y nota lo mojada que se encuentra. La empuja y la tira en la cama, y como una fiera hambrienta se lanza sobre la concha de Janet, metiendo su lengua en su vagina, y chupando su clítoris. Mientras, se despoja de la toalla que llevaba anudada a su busto. Y volteandose en la cama, adoptan la posición del 69. Lamiéndose mutuamente sus conchitas. Hasta que las dos llegan a un explosivo orgasmo.
Y dado que ya se estaba haciendo tarde, para llegar al Chippendale, antes de que empezara el show. Se apresuraron a vestirse. Mi novia con el nuevo conjunto de ropa interior, obsequiado por Claudia.
Después, de dejar e auto en el Valet Parking, entran al antro. Las dos juntas. Y Claudia le propone. Mira a todos los muchachos y escoge al cabrón que quieras, yo te disparo un faje. Ok. Y mi novia, tímidamente acepta la propuesta. Por dentro, estaba más que excitada, y su conchita estaba chorreando, nomas de anticipar el momento.
El mesero las pasa a una de las mesas, más cercanas de a la pista o plataforma del espectáculo. Y Claudia ordena dos cucarachas para empezar, una para ella y otra para mi novia.
El Show inicia con una pasarela de los gigolos. Muchachos altos, musculoso todos ellos, aunque algunos exageradamente mamados. Todos depilados en ajustados uniformes de vaqueros, bomberos, o simplemente saco de vestir pero muy ajustados, ostentando cada uno los paquetes que a simple vista se les notaba, en sus pantalones o jeans.
– Mira aquel Adonis, el del pantalón ajustado. Es Cristhian, que te parece, verdad que está buenísimo. Yo ya me lo he llevado al Hotel, y está como para comérselo y tiene un vergonon, que casi me saca los ojos. Mi novia, casi se desmalla del rubor que le produjo el comentario de Claudia.
A continuación, el presentador, anuncia el inicio de las rutinas individuales de cada uno de ellos. Llegando el turno de Cristhian, el cual hace su striptrees, y al quedar en una ajustada tanga, que a duras penas oculta su enorme falo. Igualmente luce su cuerpo cuidado de gimnasio, unos brazos poderosos del grueso de su cuello de toro. En su abdomen, sin grasa, se aprecia un recio lavadero con su respectivo six pack y unas gruesas venas que se pierden en su slip. Se acerca a Claudia, a quien parece ya conocer, a la que le acerca el camarón. Pero Claudia, riendo, señala a mi novia, indicando a señas que se le acerque a Janet. Por lo que él, sin chistar obedece la orden de su cliente habitual, se le acerca a Janet y aprovechando su baile, le toma la mano de improviso a ésta y se la pone sobre su slip. Janet, cohíbida, y muy apenada, se deja hacer, palpando la enorme herramienta del joven prostituto. Su mano apenas puede abarcar el paquete que se le ofrece.
Y así transcurre el Show. Al terminar el mismo. Se presentan a la mesa de las Amigas, el tal Cristhian y otro muchacho. Igual de mamado que el primero. El cual lo presenta como Saúl. Y Claudia dirigiendo la fiesta, le hace señas a Cristhian de que quiere hablar en secreto con él. cuidando de que Janet, no oiga lo que tratan.
Luego dice Claudia, ya está. Va monos, y ordena la cuenta. La cual de inmediato le es traída por el solícito mesero, que está al pendiente del mínimo gesto de su cliente, denotando que él ya la conoce y sabe que otorga jugosas propinas. Claudia desliza la tarjeta de crédito, en la carpeta que le extiende y a continuación se la devuelve el mesero, con caravanas y muestras de sincero agradecimiento.
Salen del antro y se dirigen al Valet Parking, quien ya tiene el lujoso auto con la puerta del conductor abierta y junto al mismo se encuentran Cristhian y Saúl, vestidos de civil, los dos, con unos ajustados jeans, que dejan translucir sus fuertes muslos, botas altas vaqueras y sweters negros con cuellos de tortuga, vestimenta que no oculta sus grandes, atléticos y musculosos cuerpos, así como los paquetotes de que estan inmejorablemente dotados los dos. También junto a ellos, hay varias jovencitas como de 18 años, que sin ningún pudor, los observan y admiran entre risas y grititos histéricos como de quinceañeras, como si de estrellas de rock se tratara. Una de ellas, la más borracho o audaz del grupo, está tocando y manoseando los gruesos biceps de Cristhian. El cual se deja manosear por la jovencita.
Al llegar ellas, Cristhian se pasa primero al asiento trasero, llevando de la mano a mi novia. Y Saúl se sienta en el asiento del copiloto. El auto lo conduce Claudia. La cual arranca, suavemente, dirigiéndolo, por la Avenida Insurgentes, rumbo al sur, como yendo para la salida a Cuernavaca. Janet, va muy cohibida y temerosa, no sabe que va a pasar. Sin embargo, Cristhian, quien, es un viejo lobo de mar, en esos asuntos del cachondeo, empieza su labor, la cual al parecer será generosamente pagada. Besa en la boca a mi mujer, metiendo su larga lengua en la boca de Janet, quien responde a la autentica violación de sus labios, ya que es muy inocente. Pero le gusta lo que siente y participa activamente. Mientras el muchacho, le mete mano, por abajo de la falda, acaricia sus pantorrillas, muslos. Hasta llegar a su monte de Venus. Ella, se abraza a su grueso cuello hercúleo y palpa el ancho pecho, la amplia espalda y los gruesos bíceps de Cristhian. Este acabó palpando el bikini de ella, que está mojado, por los jugos de exitación de Janet y con una indudable perícia, la despoja del mismo, dejandola a raíz, sin que ella pueda protestar en ningún momento. Diestramente le saca las bragas, entre los zapatos de tacón y se las muestra a Janet, orgulloso, con su acto de autentica magía, riendo y sigue con las sorpresas. Acaricia los labios del coño de Janet, quien gime de placer. Claudia, trata de estar atenta al espectáculo, pero como sigue conduciendo se contenta con reir, en complicidad con Saúl. Igualmente rápido, dirige la mano de Janet, hacía su bragueta del jeans, la cual ya se encuentra abierta y con el cinturón suelto. Ella siente como en sueños la gran verga de Cristhian, quien además le ayuda, liberando su monstruoso pene. Y agarrando violentamente a Janet del cabello, la obliga a meterse el glande en la boca, ella apenas si puede chupar el grueso y duro hongo.
Sin saber como, Janet, se da cuenta que entran a un Motel, de la salida a Cuernavaca. Cristhian, casi carga a Janet, la cual de repente se ve lanzada a una cama del Hotel. Mientras Claudia se hace cargo de los trámites.
Cuando regresan Claudia y Saúl. Janet, esta haciendo todavía el felatio a Cristhian. Quien ya está totalmente desnudo luciendo orgulloso su imponente cuerpazo.
Cludia se queda apreciando viendo el hermoso espectáculo. Pero hace una seña a Saúl, para que empiece su chamba, por lo que el moreno muchacho, toma por la espalda a Claudia, tomando a dos manos, los senos de la impaciente millonaria. Esta última alza el brazo derecho tomando la cabez de Saúl y obligando a besarla, de a lenguita. Mientras no deja de contemplar el espectaculo que se desarrolla en la gran cama.
Cristhian desnuda a Janet, lentamente despojándola de todas su prendas, le acaricia los senos, los cuales tienen unos hermoso pezones rosados y le mete su largo y gruesa polla, entre las piernas, la cual sobresale, por delante de Janet, como si fuera propio de la muchacha. Janet pone los ojos en blanco y gime de placer.
Después la recuesta en la cama y se dirige a su entrepierna cominedole la papaya, metiendo su lengua dentro de su vagina, masageando su clítoris. Se levanta y coloca su gran pito, a la entrada del coño de Janet, frotandolo, para finalmente meterlo poco a poco dentro. Sacando gemidos de dolor y placer a la joven.
Mientras Claudia es penetrada por atras, sentada en el gran falo de Saúly sin perder detalle de la penetración de Janet.
– Ahora meteselo por el ano.
Janet, trata de negarse pero por la calentura y excitación del momento, en lugar de eso copera obedeciendo las indicaciones de su amante del momento.
Cristhian, voltea a Janet y la pone en 4 de a perrito. Con un frasco de crema, le unta el trasero Y colocando su grueso miembro, en el ano de ella, lo mete poco a poco, sacandolo y volviendolo a meter hasta que no quedan fuera más que sus bolas. Janet, se queja emitiendo ayes de dolor y de placer.
Claudia igualmente, está siendo penetrada por el culo por su amante. Hasta que las dos llegan al orgasmo y los cabrones se vacian hasta la última gota de leche. Después todos cansados, se quedan dormidos en la cama y en el sillón.
Espero les haya gustado este relato, posteriormente escribo otro. Dejen sus comentarios. Gracias.
Muy excitante relato.