Estaba trabajando en mi oficina tarde como siempre, y en piso 15 había un chamaquita de 25 años chaparrita y con un enorme trasero y unas piernas fenomenales, con todo el torneado que le da el valet.Estaba trabajando en mi oficina tarde como siempre, y en piso 15 había un chamaquita de 25 años chaparrita y con un enorme trasero y unas piernas fenomenales, con todo el torneado que le da el valet.
Eran las 10 de la noche en la oficina ya no quedaba nadie, hacia tiempo que le traía ganas pero sabia que era la novia de un compañero de oficina, con motivo de que ella estaba en una área legal, subí a su piso a solicitarle un comentario de un contrato, cuando llegue toque y quise abrir, pero estaba cerrado así que me regrese y estaba llegando al elevador, cuando apareció y me dijo se te ofrece algo, la vi. como de la blusa estaba desacomodada y hablaba un poco nerviosa, entonces le dije que si pero que si estaba ocupada, vendría después, a lo que me señalo con una voz ronquita y deliciosa, voy estar ocupada pero con tigo así que pasa, el solo comentario hizo que el pene se me parara, así que pase a su oficina, me pidió me sentara frente al escritorio así que lo hice, ella se quedo de pie frente al escritorio junto a mi, y me dijo a ver a ver que es lo que traes allí, un contrato le dije, te gustaría que te lo revisara, si le conteste nervioso, lo tomo y se paro en la puerta voltie a verla y mire como paraba su trasero y me miraba en tono invitante, y cerro la puerta, diciéndome te voy ayudar pero calladito, “levante” me puse en pie se acerco puso su mano derecha en mi bulto me empujo hacia atrás quedando recargado en el escritorio y me dijo: Hay cabrón que suerte tienes llegaste a la mera hora, bajo mí ciper, tomo mi miembro y con su lengua lo comenzó a lamer por debajo, y a rozarle la puntita, toda vía no me caía el veinte hasta ese momento cuando sentí las excitantes mamadas que me esta haciendo, el pene estaba realmente mojado, me desabrocho completamente el pantalón, y con sus mano frotaba mi testículos. Mientras realmente excitada ,“y fuera de si”, lo movía de adentro hacia fuera no se cuanto tiempo paso pero el pene ya me ardía de la cabecita, su control de la situación era tal que al momento de decir “Vente ya”, salieron mis espermas subisto esclavos del placer, quedándose en su garganta ella no se lo saco y lo siguió besando me dolía, pero era un doloroso placer, que de solo recordar se me para el pene.
Me jactaba de haber conocido el sexo oral, pero como esta mujer, ninguna.